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Banco Grameen: ¿qué es?

El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.

En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.

Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.

¿Qué es el Banco Grameen?

El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.

De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».

Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.

Origen del Banco Grameen

El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.

Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.

A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.

De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.

Como suele decirse, el resto ya es historia.

Objetivos

La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.

Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).

De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.

Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.

Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.

Cómo funciona el Banco Grameen: ¿por qué funcionan los microcréditos sin aval?

Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.

En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.

De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.

En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:

Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.

A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.

Principales logros del Banco Grameen

Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:

  • Gran impacto en el desarrollo de áreas rurales de Bangladés, con el surgimiento de miles de pequeños negocios que van transformando poco a poco las comunidades.
  • La cifra global de préstamos concedidos alcanza los 11.350 millones de dólares a día de hoy.
  • Contribución al empoderamiento femenino, a través del emprendimiento de pequeños negocios, ya que la inmensa mayoría de créditos (por encima del 90%) se conceden a mujeres.
  • Premio Nobel de la Paz en 2006, otorgando al banco y a su fundador, por su contribución a la reducción de la pobreza a través de los microcréditos, así como al fomento de la paz y la estabilidad social en su área de influencia.

Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.

Principales críticas al modelo del Banco Grameen

Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:

  • Fomento del endeudamiento excesivo: la facilidad para acceder a microcréditos puede llegar a ocasionar un exceso de endeudamiento en algunas familias y comunidades. De este modo, se genera una fuerte dependencia del banco, de la que no siempre es fácil salir.
  • Posible evasión de impuestos: en algunas investigaciones periodísticas se ha puesto sobre la mesa la sospecha de que esta entidad podría haber evadido impuestos a través de diversas artimañas fiscales. Sin embargo, esta acusación siempre ha sido desmentida por el banco, afirmando que su optimización impositiva en todo momento se ha ajustado a la ley.
  • Tipos de interés: aunque el banco cobra intereses sustancialmente más bajos que los prestamistas informales de las zonas rurales, ha habido críticas que los consideraban excesivos, sobre todo si se tienen en cuenta sus objetivos sociales y de desarrollo.

Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.

En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.

Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.

Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.

Rubén Vizcaíno Pena

16 Dic. 2024

7 min

Bolsa

Deuda pública: ¿qué es?

En este artículo veremos qué es la deuda pública, para qué se utiliza, qué tipologías existen y cómo se emite. Además, analizaremos si puede ser una inversión interesante, dependiendo del perfil de cada inversor.

Sigue leyendo para conocer todos los detalles.

¿Qué es la deuda pública? Definición

Podemos definir la deuda pública como la cuantía de dinero que un Estado (u otro ente público) ha pedido prestada para financiarse y que está pendiente de devolución en un momento dado.

Otras denominaciones que suelen utilizarse para hacer referencia a la deuda pública son: deuda soberana o deuda gubernamental.

¿Cómo se mide la deuda pública?

La forma más habitual de medir la deuda pública de un país es expresándola como un porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) de dicho país.

¿Por qué existe la deuda pública?

Como decíamos, la finalidad de la deuda pública es financiar las actividades del Estado u otras entidades públicas. Así, por ejemplo, en España, también las comunidades autónomas pueden emitir deuda pública para financiarse.

Las otras dos grandes opciones que tienen los gobiernos para obtener recursos financieros para sufragar su actividad son las siguientes:

  • Los tributos (tasas, impuestos y similares).
  • La política monetaria expansiva (emitir o «imprimir» dinero).

Sin embargo, la emisión de deuda tiene la ventaja de que, para el gran público, también puede funcionar como inversión. Así, invertir en Bonos del Estado, Letras del Tesoro y similares, puede ser muy interesante para personas con aversión al riesgo.

Después analizaremos más en detalle la deuda pública desde la óptica de un inversor privado.

Tipos de deuda pública: clasificación

Las tres clasificaciones más importantes de la deuda pública son las siguientes:

1. Deuda pública interna y externa

La deuda pública interna es aquella que es adquirida por personas y entidades del propio país que la emite.

Por su parte, la deuda pública externa es la que se financia con recursos procedentes de entidades situadas en el extranjero. Por ejemplo, aquí encajaría la financiación proporcionada por instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.

2. Tipos de endeudamiento según el plazo

Esta segunda clasificación es la que se utiliza habitualmente para todo tipo de endeudamiento, no solo en el caso de la deuda pública. Así, tenemos:

  • Deuda pública a corto plazo: es aquella que tiene un vencimiento inferior a un año y que, por tanto, se utiliza fundamentalmente para solventar necesidades de tesorería de los Estados. En España, el instrumento típico de deuda pública a corto plazo son las Letras del Tesoro. Más abajo analizamos en detalle este tipo de títulos.
  • Deuda pública a medio plazo: es la deuda con vencimiento superior a un año, pero no superior a 5. En nuestro país, encajarían aquí los Bonos del Estado, como luego veremos.
  • Deuda pública a largo plazo: se trata de aquel endeudamiento que tiene plazos de vencimiento superiores a los 5 o 10 años. En España, el Estado emite Obligaciones para financiarse a largo plazo.

3. Deuda pública perpetua o amortizable

En la deuda pública amortizable, el Estado le reintegra al inversor el principal de la deuda, al llegar el plazo de vencimiento acordado.

Sin embargo, en la no amortizable, nunca se llega a devolver el principal, sino que el inversor únicamente percibe los intereses de forma periódica e indefinida. No obstante, cuando el Estado quiera cancelarla, puede recomprar los títulos en el mercado en el que coticen.

Instrumentos de deuda pública: ¿cómo se emite deuda en España?

Aunque ya los hemos mencionado, estos son los tres títulos principales que utiliza el Estado español para financiarse:

Letras del Tesoro

Son valores de renta fija a corto plazo representados exclusivamente mediante anotaciones en cuenta.

Se crearon en el año 1987 y, actualmente, están disponibles en 4 vencimientos distintos:

  • Letras del Tesoro a 3 meses
  • Letras del Tesoro a 6 meses
  • Letras del Tesoro a 9 meses
  • Letras del Tesoro a 12 meses

Las Letras se emiten «al descuento». Es decir, el inversor compra el título a un precio inferior a su valor nominal. Cuando venza la letra, el Estado le pagará el valor nominal del título (ganando el inversor la diferencia).

Bonos del Estado

A diferencia de las Letras, los Bonos dan derecho al inversor a cobrar los intereses periódicos que se vayan devengando cada año (llamados «cupones»).

Se emiten en múltiplos de 1.000 € y tienen dos posibles vencimientos:

  • Bonos a 3 años.
  • Bonos a 5 años.

Obligaciones del Estado

Son exactamente iguales que los Bonos, con la única diferencia de que tienen un plazo de vencimiento más largo. Así, a día de hoy, se emiten letras con los siguientes vencimientos:

  • Obligaciones a 10 años.
  • Obligaciones a 15 años.
  • Obligaciones a 30 años.
  • Obligaciones a 50 años.

¿Es interesante invertir en deuda pública?

No es fácil dar consejos de inversión generalmente aplicables, ya que cada persona tiene sus propias circunstancias, en cuanto a horizonte temporal, objetivo de rentabilidad y perfil de riesgo.

De todos modos, dependiendo de la rentabilidad de otros tipos de activos en ese momento, y para un perfil conservador, es habitual que los asesores financieros recomienden incorporar algo de renta pública de elevada calidad crediticia.

Por supuesto, en esto también puede influir el momento del ciclo económico en el que nos encontremos en España, y otras circunstancias de los mercados financieros.

En definitiva, la deuda pública es una herramienta de vital importancia para los Estados, que los inversores también pueden aprovechar para rentabilizar sus ahorros sin incurrir en riesgos elevados.

De todos modos, cada persona debe construir su cartera de forma individualizada, adaptándola lo mejor posible a sus circunstancias particulares.

Rubén Vizcaíno Pena

28 Nov. 2024

6 min

Bolsa

¿Qué es la inversión del sujeto pasivo en construcción?

La inversión del sujeto pasivo en construcción es un mecanismo relacionado con el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que se escapa de la norma general en esta materia.

Así, se trata de un supuesto que existe en nuestra legislación desde el año 2012 y que tiene implicaciones prácticas que es necesario conocer.

En este artículo veremos todos los detalles.

Concepto de inversión del sujeto pasivo en el IVA: ¿qué es?

Antes de analizar, en concreto, el caso de la inversión del sujeto pasivo en construcción, es necesario aclarar ciertos conceptos generales.

Como ya sabrás, el sujeto pasivo de un impuesto es aquella persona (física o jurídica) sobre la que recae la obligación tributaria de que se trate. Por ejemplo, en el caso del IRPF, el sujeto pasivo es la persona que ha percibido los ingresos en cuestión.

En el caso concreto del IVA, la norma general es que el sujeto pasivo sea el empresario o profesional que vende los bienes o servicios.

Por tanto, si se realiza la inversión del sujeto pasivo, este será el cliente que recibe los bienes o servicios (que también será un empresario).

¿Dónde se regula la inversión sujeto pasivo en construcción?

El supuesto de inversión del sujeto pasivo en construcción viene regulado en España por la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido (LIVA).

En concreto, es el artículo 84.Uno.2º.f el que se ocupa de esta cuestión.

Es importante mencionar que este supuesto no existía en la redacción original de la ley, sino que fue incorporado a través de una modificación de la norma en el año 2012, empezándose a aplicar a partir del 31 de octubre de ese mismo año.

Veamos en qué consiste este caso tan particular.

¿Cuándo se aplica la inversión del sujeto pasivo en construcción?

La Ley del IVA nos dice que se producirá la inversión del sujeto pasivo en los siguientes casos relacionados con la construcción:

«Cuando se trate de ejecuciones de obra, con o sin aportación de materiales, así como las cesiones de personal para su realización, consecuencia de contratos directamente formalizados entre el promotor y el contratista que tengan por objeto la urbanización de terrenos o la construcción o rehabilitación de edificaciones.

Lo establecido en el párrafo anterior será también de aplicación cuando los destinatarios de las operaciones sean a su vez el contratista principal u otros subcontratistas en las condiciones señaladas».

Por tanto, solo se produce esta inversión en dos casos muy concretos:

  • Urbanización de terrenos.
  • Construcción o rehabilitación de edificaciones.

Veamos a qué se refiere concretamente la ley en cada uno de esos supuestos:

¿Qué se considera urbanización de terrenos a estos efectos?

De acuerdo con diversas consultas resueltas por la Dirección General de Tributos, se consideran como urbanización todas las actuaciones que se realizan para dotar a un terreno de los elementos previstos por la legislación urbanística para servir a la edificación que sobre ellos exista o vaya a existir, ya sea para viviendas, otros locales o edificaciones de carácter industrial.

Así, entre otras cuestiones, se incluyen aquí las siguientes:

  • Acceso rodado.
  • Abastecimiento y evacuación de agua.
  • Suministro de energía eléctrica.
  • Etc.

En todos estos casos, por tanto, el sujeto pasivo del IVA no será quien realice las obras, sino el empresario que las haya contratado.

¿Qué son «edificaciones» según la Ley de IVA?

En cuanto al segundo caso de inversión del sujeto pasivo en construcción, es importante saber qué se consideran «edificaciones» a efectos legales.

Pues bien, la Ley del IVA nos lo aclara en su artículo 6.

Así, indica que «tendrán la consideración de edificaciones las construcciones que a continuación se relacionan, siempre que estén unidas a un inmueble de una manera fija, de suerte que no puedan separarse de él sin quebranto de la materia ni deterioro del objeto:

  1. Los edificios, considerándose como tales toda construcción permanente, separada e independiente, concebida para ser utilizada como vivienda o para servir al desarrollo de una actividad económica.
  2. Las instalaciones industriales no habitables, tales como diques, tanques o cargaderos.
  3. Las plataformas para exploración y explotación de hidrocarburos.
  4. Los puertos, aeropuertos y mercados.
  5. Las instalaciones de recreo y deportivas que no sean accesorias de otras edificaciones.
  6. Los caminos, canales de navegación, líneas de ferrocarril, carreteras, autopistas y demás vías de comunicación terrestres o fluviales, así como los puentes o viaductos y túneles relativos a las mismas.
  7. Las instalaciones fijas de transporte por cable».

Por otra parte, el mismo artículo nos aclara que «no tendrán la consideración de edificaciones:

  1. Las obras de urbanización de terrenos y en particular las de abastecimiento y evacuación de aguas, suministro de energía eléctrica, redes de distribución de gas, instalaciones telefónicas, accesos, calles y aceras.
  2. Las construcciones accesorias de explotaciones agrícolas que guarden relación con la naturaleza y destino de la finca aunque el titular de la explotación, sus familiares o las personas que con él trabajen tengan en ellas su vivienda.
  3. Los objetos de uso y ornamentación, tales como máquinas, instrumentos y utensilios y demás inmuebles por destino a que se refiere el artículo 334, números 4 y 5 del Código Civil.
  4. Las minas, canteras o escoriales, pozos de petróleo o de gas u otros lugares de extracción de productos naturales».

Cómo se realiza la inversión del sujeto pasivo en construcción: factura y modelos

Por tanto, el empresario que realice la obra de que se trate, tendrá que emitir una factura sin IVA al empresario que lo haya contratado.

Además, es necesario que esta inversión del sujeto pasivo se indique expresamente en la propia factura, remitiéndose al precepto legal que lo regula (el citado artículo 84.Uno.2º.f de la Ley del IVA).

Pensemos, por ejemplo, en el caso de un constructor que subcontrata a una empresa de fontanería para realizar dicha instalación en el edificio que está construyendo.

La factura que emita la empresa de fontanería no llevará IVA, teniendo que autorrepercutírselo el constructor. Este mecanismo se repetiría en el caso de que el constructor haya sido contratado por un promotor (teniendo este último, a su vez, que autorrepercutírselo).

Todo esto quedará reflejado en los modelos que deben presentarse periódicamente ante Hacienda. En concreto, se trata de los dos siguientes:

  • Modelo 303, de autoliquidación del IVA, con carácter trimestral.
  • Modelo 390, que es la declaración de resumen anual del Impuesto sobre el Valor Añadido.

En definitiva, la inversión del sujeto pasivo en construcción es un caso muy específico en el que el mecanismo del IVA funciona de forma opuesta a la habitual.

Sin embargo, no es el único, ya que esto mismo se da en algunos otros supuestos (venta de oro sin elaborar, venta de materiales de recuperación, etc.), aunque siguen siendo excepciones a la norma general.

Rubén Vizcaíno Pena

18 Nov. 2024

7 min

Bolsa

¿Cómo elaborar presupuestos?

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

4 Nov. 2024

7 min

Bolsa

¿Qué son las acciones de mercado continuo?

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

7 Ago. 2024

7 min

Bolsa

Inversión sostenible: ¿en qué consiste?

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

7 Ago. 2024

7 min

Bolsa

Cómo interpretar los gráficos de precios en la bolsa española

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

7 Ago. 2024

7 min

Bolsa

¿Qué son las IPOs?

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

7 Ago. 2024

7 min

Bolsa

Operaciones intradía: ¿qué son?

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

26 Jun. 2024

7 min

Bolsa

Acciones más rentables en la bolsa española

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

30 May. 2024

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Bolsa de valores en España: funcionamiento y características

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

28 May. 2024

7 min

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Value Investing

Inversión en Valor según Whitman

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

7 May. 2024

7 min

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Value Investing

¿Cómo invertir en valores?

Sin duda, saber cómo elaborar presupuestos es una habilidad de vital importancia, ya sea en el entorno empresarial, en el sector público o desde el punto de vista individual o familiar.

Y es que, sin un plan financiero sólido, aumenta el riesgo de incurrir en gastos innecesarios y descontrolados.

Por ello, en este artículo, veremos cómo diseñar un presupuesto efectivo de forma sencilla.

¿Qué es un presupuesto y por qué es tan importante?

Antes de entrar en la cuestión de cómo elaborar presupuestos, debemos partir de una definición básica de «presupuesto».

Básicamente, se trata de una herramienta financiera que proyecta ingresos y gastos durante un periodo determinado, generalmente un año.

Es decir, es una previsión de ingresos y gastos, ya sea de un individuo, un emprendedor, una empresa u otro tipo de organización, pública o privada.

El objetivo es permitir una gestión más eficiente de los recursos disponibles, controlar gastos, identificar desajustes, planificar inversiones y optimizar la asignación de capital.

Al final, el presupuesto nos ofrece una guía clara y estructurada de cómo gestionar los recursos, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas.

Tipos de presupuestos

Aunque el concepto básico sea siempre el mismo, existen distintas tipologías de presupuestos que se pueden elaborar según los casos.

Así, entre otros, podemos mencionar los siguientes:

  • Presupuesto operativo: se refiere a la previsión de ingresos y gastos asociados con las operaciones diarias de una empresa, como es el caso de las ventas, producción, sueldos y otros gastos administrativos. Su objetivo es asegurar que la empresa pueda continuar funcionando sin problemas en el día a día.
  • Presupuesto de tesorería: se centra en el flujo de caja, es decir, en el dinero que entra y sale de la empresa en un periodo determinado. Es útil para asegurar que siempre haya suficiente liquidez para cubrir los gastos corrientes.
  • Presupuesto de capital: a diferencia del anterior, este tipo de presupuesto se utiliza para planificar inversiones en activos fijos, como equipos, maquinaria o inmuebles. Es crucial para proyectos de expansión o renovación de infraestructuras.

Lógicamente, todos estos tipos de presupuestos se pueden englobar en uno de alcance general.

Por otra parte, los presupuestos también se pueden clasificar en función de su marco temporal. Como decíamos, el más habitual es el presupuesto anual, aunque también pueden existir presupuestos trimestrales, mensuales o, incluso, diarios.

Cómo elaborar un presupuesto eficaz, paso a paso

Aunque la cuestión de cómo elaborar presupuestos es difícil de resumir y daría para libros completos, trataremos de mencionar los puntos clave de una forma simplificada:

1. Estudio de antecedentes y definición de objetivos

Para llevar a cabo una buena administración presupuestaria, es imprescindible partir de un buen análisis de datos y realizar una definición de objetivos realista.

Por tanto, se ha de estudiar la ejecución presupuestaria de años anteriores, identificando posibles puntos de fricción, y definir los objetivos que se pretenden alcanzar en el nuevo ejercicio.

Así, por ejemplo, una empresa puede establecer objetivos de crecimiento de ventas o de reducción de costes, dependiendo de diversos factores, como la situación del sector, movimientos de la competencia, indicaciones de los accionistas, fase del ciclo económico, etc.

 Por supuesto, es imprescindible que los objetivos sean realistas y alcanzables, basados en análisis previos y previsiones económicas.

Este proceso es crucial para que luego los recursos se asignen de forma adecuada.

2. Estimación de ingresos

El siguiente paso consiste en proyectar los ingresos que se espera obtener durante el siguiente período presupuestario.

En el ámbito empresarial, esto implica hacer estimaciones de cifras de ventas de productos o servicios.

De nuevo, es imprescindible basarse en datos históricos de ventas, en el análisis de la situación del mercado y la economía en su conjunto, movimientos empresariales en el sector, etc.

Sin duda, es realmente difícil acertar en la estimación de ingresos, por lo que siempre es preferible pecar de prudencia que de exceso de confianza, si no se quiere descuadrar la ejecución presupuestaria durante el ejercicio y, en último término, poner en riesgo la supervivencia de la empresa.

3. Estimación de gastos

A partir de los datos de ejecución presupuestaria del año anterior y de las novedades que se prevean para el próximo ejercicio, se realizará la estimación de gastos.

Por supuesto, aquí se incluyen todos los gastos, ya sean fijos o variables, contemplando también una generosa partida para gastos imprevistos.

Igual que decíamos que se ha de ser prudente con la estimación de ingresos, aquí podríamos decir que se puede ser generoso al contemplar los gastos. El objetivo, como ahora veremos, es disponer de un cierto margen que permita que el presupuesto no «ahogue» la gestión.

4. Establecer un margen de seguridad adecuado al elaborar el presupuesto

Como decíamos, un buen presupuesto debería incluir un cierto margen de seguridad o «colchón financiero», que permita hacer frente a imprevistos sin comprometer la estabilidad financiera de la compañía.

En el ámbito individual o familiar, esto se traduciría en disponer de un fondo de emergencia que nos permita afrontar gastos en caso de perder el empleo, surgirnos una reparación extraordinaria, etc. Esto es recomendable en todos los casos, pero especialmente si pretendes invertir en bolsa.

5. Control y ajuste del presupuesto

El presupuesto no es una herramienta estática, sino que debe revisarse constantemente, haciendo los ajustes que sean necesarios.

Y es que, en la práctica diaria, pueden darse todo tipo de eventualidades, cambiar las prioridades, surgir nuevas oportunidades, etc.

Un caso típico es el de las desviaciones de ingresos o gastos respecto de las previsiones presupuestarias. Si estas desviaciones tienen cierta entidad, será necesario ajustar el presupuesto para mantener el equilibrio sin perjudicar la gestión.

Herramientas para la elaboración de presupuestos

En el ámbito personal o familiar, una simple hoja de Excel puede servirnos perfectamente para elaborar un presupuesto. No obstante, también existen programas o apps específicas, mucho más completas.

En el ámbito empresarial, se suele utilizar algún tipo de software de gestión financiera especializado, que se integra con las demás herramientas informáticas de la compañía.

¿Cuáles son los errores más comunes al elaborar y ejecutar el presupuesto?

Aunque ya hemos apuntado algunas cuestiones, los errores más habituales al elaborar presupuestos son los siguientes:

  • Sobreestimar los ingresos: tanto en el sector público como en el privado, es habitual excederse en las previsiones de ingresos.
  • Subestimar los gastos: aunque los gastos fijos son fáciles de cuantificar a priori, es más complicado acertar con los variables y, por supuesto, con los imprevistos. Como decíamos, es imprescindible contar con un adecuado margen de seguridad para cubrir este tipo de eventualidades.
  • No hacer un seguimiento adecuado: es de vital importancia hacer un seguimiento de la ejecución presupuestaria día a día, con el menor retraso posible. Esto nos permite reaccionar más rápidamente ante cualquier desajuste y atajarlo con mayor eficacia.

En definitiva, saber cómo elaborar presupuestos realistas, alineados con los objetivos de la empresa, es una habilidad fundamental para evitar problemas y alcanzar las metas perseguidas.

En el ámbito personal y familiar, contar con un presupuesto sencillo y un fondo de emergencia adecuado, también puede ayudarnos a lograr nuestros objetivos financieros minimizando el estrés y las preocupaciones.

Rubén Vizcaíno Pena

2 May. 2024

7 min

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