En este artículo veremos qué es el capital circulante, también llamado fondo de maniobra o working capital.
Analizaremos la relevancia de esta magnitud para las empresas, cómo se calcula y qué medidas pueden adoptarse para optimizarlo.
Podemos definir el capital circulante como los recursos financieros disponibles para cubrir las necesidades operativas diarias de una empresa.
Así, se trata de un indicador o ratio financiero esencial para la gestión empresarial, reflejando la capacidad de la compañía para cumplir con sus obligaciones de corto plazo utilizando sus activos más líquidos.
La fórmula para calcular el capital circulante es muy sencilla, expresándose del modo siguiente:
Capital Circulante = Activos Corrientes – Pasivos Corrientes
Los elementos que integran esta fórmula son dos de los grandes grupos de cuentas del balance de situación:
Se trata de todos aquellos bienes y derechos que se pueden convertir en efectivo dentro de un plazo inferior a un año.
Por tanto, aquí se incluyen:
Los pasivos corrientes representan las obligaciones que deben ser liquidadas en un periodo no superior a 12 meses, como serían:
Así, por ejemplo, si tenemos una empresa con activos corrientes por valor de 500.000 € y pasivos corrientes por 300.000 €, su capital circulante será:
500.000 – 300.000 = 200.000 €
De este modo, la empresa tendría un capital circulante positivo. Lógicamente, también podría darse el caso contrario.
Veamos qué implica cada una de estas situaciones.
Efectivamente, el resultado de aplicar la fórmula del fondo de maniobra puede arrojar dos resultados opuestos:
Cuando los activos corrientes superan a los pasivos corrientes, el capital circulante es positivo.
Esto indica que la empresa tiene suficiente liquidez para cumplir con sus obligaciones a corto plazo y manejar imprevistos, disfrutando de una buena salud financiera en el futuro inmediato.
Por el contrario, si los pasivos corrientes son mayores que los activos corrientes, el capital circulante es negativo.
Esto puede generar tensiones de liquidez que deberían ser gestionadas con rapidez para evitar problemas más graves, como una posible insolvencia.
Aunque ya hemos apuntado algunos aspectos, estas son las principales razones por las que el capital circulante es una magnitud esencial para cualquier empresa:
Como decíamos, tener una cifra adecuada de capital circulante permite a la empresa pagar sus deudas de corto plazo y cubrir los costes operativos, tales como la compra de materias primas, el pago a proveedores y los gastos salariales.
Por tanto, se evitan problemas de liquidez que pudieran entorpecer la operativa diaria u obligar a acudir al endeudamiento.
Muy relacionado con el punto anterior, al contar con liquidez suficiente en el corto plazo, se evita la posibilidad de incurrir en insolvencia.
Sin embargo, tener un capital circulante negativo puede derivar en retrasos en los pagos o, en casos extremos, incluso en la quiebra de la empresa.
Una buena gestión del capital circulante ayuda a optimizar el ciclo de explotación o conversión de efectivo. De este modo, la empresa puede convertir sus inversiones en efectivo de una manera rápida y eficiente.
Contar con un capital circulante positivo proporciona la flexibilidad necesaria para financiar nuevas oportunidades de negocio, tales como expansiones, adquisiciones o el desarrollo de nuevos productos.
De ahí que sea esencial calcular esta magnitud, ya que nos permite desarrollar una adecuada planificación estratégica para evitar problemas futuros o asumir riesgos excesivos en nuevos proyectos.
Algunas de las posibles medidas que pueden contribuir a la mejora de las cifras de capital circulante son las siguientes:
Mantener un inventario excesivo inmoviliza recursos y puede generar gastos superfluos, mientras que tener un inventario insuficiente podría afectar a la capacidad de atender pedidos.
Por tanto, la utilización de sistemas de gestión just-in-time o similares puede ser una solución efectiva para mejorar las cifras de capital circulante.
Si se logra acortar los plazos de cobro a clientes, se consigue una más rápida entrada de efectivo, mejorando los activos corrientes y, por tanto, el capital circulante.
Para alcanzar este objetivo, se puede incentivar el pronto pago ofreciendo descuentos, o bien adoptar medidas más estrictas en lo que se refiere al seguimiento de impagos o cifras de morosidad.
Se trata de la medida paralela a la anterior, ahora en el lado de la deuda.
De este modo, si se lograsen ampliar los plazos de pago a proveedores, se mantendría más tiempo el efectivo en tesorería, pudiendo optimizarse su uso para otras necesidades.
También se pueden liberar recursos mediante la reducción de costes operativos superfluos, la renegociación de contratos de servicios y otras medidas similares.
De nuevo, esa liberación de recursos permitiría mejorar la cifra de capital circulante.
Como hemos visto, la fórmula de cálculo del capital circulante consiste en una simple resta. Sin embargo, hay otra forma de analizar esta magnitud, a través de un ratio.
Como cualquier otro ratio, se expresa en forma de división:
Ratio de Capital Circulante = Activos Corrientes / Pasivos Corrientes
El resultado de esta operación puede arrojar tres posibles resultados:
Aunque el cálculo del capital circulante o fondo de maniobra nos ofrece una información muy relevante, no podemos olvidar que también tiene importantes limitaciones.
Estas son dos de las más destacadas:
En definitiva, saber qué es el capital circulante, cómo se calcula y qué medidas pueden adoptarse para mejorarlo, es fundamental para garantizar una buena salud financiera de la empresa, al menos en el corto plazo.
Rubén Vizcaíno Pena
21 Ene. 2025
7 min
Curso Finanzas
Finanzas
¿Qué es devengar?
En este artículo veremos exactamente qué es devengar, en qué ámbitos se aplica este concepto y por qué tiene tanta relevancia en la práctica empresarial, contable, jurídica y tributaria.
Sigue leyendo para conocer todos los detalles.
El diccionario de la RAE nos dice que devengar es «adquirir derecho a alguna percepción o retribución por razón de trabajo, servicio u otro título».
En términos más generales, puede referirse tanto al derecho a recibir un beneficio económico como a la obligación de realizar un pago, que surge como consecuencia de un hecho económico o jurídico.
De este modo, el devengo se produce cuando ocurre el hecho que lo origina, independientemente de que el dinero se reciba o se pague en ese instante o en un momento distinto.
Veámoslo con un ejemplo sencillo:
Imagina que pones en alquiler un inmueble de tu propiedad, a cambio de recibir una renta definida en el contrato.
Pues bien, la práctica habitual es que cada mes se devengue el ingreso por alquiler, incluso si el inquilino se retrasase en el pago o dejase de pagar de forma indefinida.
Es decir, cada mes surge tu derecho a percibir el importe de la renta, al mismo tiempo que para el inquilino se devenga la obligación de pagar. Todo ello con independencia de cuando se haga efectivo el flujo de dinero.
El término «devengar» es ampliamente utilizado en contabilidad, ya que tiene implicaciones prácticas y legales muy importantes.
Así, en España, esta cuestión se regula en el Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad, siendo este uno de los principios contables más relevantes:
«Los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran, los gastos y los ingresos que afecten al mismo, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro».
De este modo, el principio de devengo contrasta con el criterio de caja, que supondría registrar las operaciones cuando se produzca el movimiento de efectivo.
Así, por ejemplo, si una empresa vende un producto en diciembre, pero recibe el pago en enero, el ingreso se registra contablemente en diciembre, según el principio de devengo, ya que fue en ese momento cuando se realizó la venta.
Lo mismo sucede en el caso de los gastos.
En la práctica, el concepto de «devengar» se aplica en distintas cuestiones relacionadas con los ámbitos financiero, contable y jurídico.
Estos son algunos de los casos más habituales:
Cuando hablamos de inversiones, el concepto de devengo se utiliza para describir el proceso por el cual se generan intereses, dividendos u otros rendimientos.
Así, por ejemplo, en un depósito a plazo fijo, el capital invertido va devengando intereses durante el periodo acordado, aunque el pago de dichos intereses se realice al vencimiento.
En el caso de las acciones que reparten dividendos, tenemos el concepto de «fecha ex-dividendo», que es la fecha a partir de la cual los compradores de la acción ya no tendrían derecho a percibir el dividendo.
Como decíamos, las obligaciones también se devengan en el momento en que se generan, aunque el pago se realice posteriormente.
De este modo, un empleado devenga su salario con periodicidad mensual, incluso aunque la empresa se retrasase en el pago de la nómina o entrase en situación de insolvencia.
Sin duda, aparte del ámbito contable, el otro gran contexto en el que el concepto de devengo es fundamental es el tributario.
Así, en el sistema español, por ejemplo, tenemos que:
En los contratos, el devengo de derechos u obligaciones suele estar ligado a condiciones o eventos especificados expresamente en dicho acuerdo.
Así, por ejemplo, un trabajador puede devengar vacaciones o indemnizaciones según se establezca en las condiciones de su contrato.
Como veíamos, el criterio de devengo prevalece habitualmente sobre el de caja en nuestro sistema contable (Plan General de Contabilidad). Sin embargo, esto no quiere decir que no tenga también ciertas desventajas respecto de este.
Veamos ambas perspectivas:
Frente al criterio de caja, el principio de devengo ofrece las siguientes ventajas:
Como aspectos negativos de utilizar el criterio de devengo, podemos destacar los siguientes:
En definitiva, tener un conocimiento preciso de lo que es devengar y de cómo se aplica el criterio de devengo en la práctica contable e impositiva, es imprescindible para cualquier persona que trabaje en estos sectores.
Además, pese a las desventajas que pueda tener respecto del criterio de caja, sigue siendo la mejor forma de reflejar la imagen fiel de la operativa económica de una empresa.
Rubén Vizcaíno Pena
14 Ene. 2025
7 min
Curso Finanzas
Finanzas
¿Qué se considera salud financiera?
A menudo se habla de salud financiera de una forma superficial o incompleta, sin tener en cuenta todas las aristas que incluye este concepto.
Por ello, en este artículo veremos qué es exactamente la salud financiera, cuáles son sus principales indicadores y sus mayores enemigos, así como algunos consejos clave para mejorarla de forma sencilla.
Sigue leyendo para conocer todos los detalles.
Podemos decir que la salud financiera es aquella situación en la que una persona o familia cuenta con los recursos y herramientas necesarios para cubrir sus necesidades básicas, gestionar deudas, ahorrar para el futuro y afrontar eventuales imprevistos económicos.
Aunque el concepto de «salud financiera» también se puede aplicar al ámbito empresarial, lo más habitual es que se utilice para hablar de la economía personal o del hogar.
Por tanto, es este el enfoque en el que nos centraremos en este artículo.
A un nivel personal y familiar, tener buena salud financiera garantiza la tranquilidad económica, al tiempo que influye en la calidad de vida y, en última instancia, en el bienestar general y emocional de las personas.
De una forma más concreta, la salud financiera se manifiesta en aspectos como la suficiencia de ingresos para afrontar gastos recurrentes o gastos inesperados, la estabilidad y previsibilidad de los flujos de dinero, una adecuada capacidad de ahorro e inversión, un buen control de deuda, la capacidad de planificación a futuro, etc.
En este sentido, el concepto de «salud financiera» es más amplio que el de «estabilidad financiera», ya que no solo se centra en la suficiencia de ingresos para cubrir gastos.
Algunos de los principales indicadores que podemos utilizar para evaluar la salud financiera de una persona o familia son los siguientes:
Contar con ingresos suficientes y estables suele ser uno de los principales síntomas de buena salud financiera. Habitualmente, esto va asociado con cierta estabilidad laboral, aunque no es imprescindible.
Lógicamente, el concepto de «suficiencia» es relativo, ya que depende de la situación de cada persona en lo que se refiere al coste de vida en su lugar de residencia, el nivel de gastos que considere necesario o «confortable», la estructura familiar, etc.
En todo caso, los ingresos considerados suficientes no solo deben cubrir necesidades básicas, sino también posibles imprevistos y, en todo caso, el ahorro, como ahora veremos.
Contar con una cierta capacidad de ahorro es otro importante indicador de salud financiera.
Además, en vez de destinar al ahorro el sobrante a final de mes, es mucho más «saludable» separar una parte de los ingresos en cuanto se reciban.
Como suele decirse, «págate a ti mismo primero».
Es de vital importancia disponer de un fondo de emergencia con el que se puedan cubrir entre 3 y 12 meses de gastos.
Sin duda, este debería ser el primer destino del ahorro, antes de pensar en invertir o en afrontar otro tipo de proyectos. De este modo, se puede tener un «colchón» con el que cubrir eventualidades como la pérdida del empleo, gastos extraordinarios (por ejemplo, un problema de salud o una reparación importante), etc.
Una vez que hayas acumulado este fondo para imprevistos (en una cuenta remunerada u otro producto de gran liquidez), ya podrás pensar en invertir.
Para una buena salud financiera, es fundamental realizar una adecuada gestión de las deudas. En este sentido, la deuda debería ser sostenible, manteniéndose siempre en niveles razonables.
Con carácter general, el ratio de endeudamiento (proporción de los ingresos destinados a pagar deudas) no debería superar el 30 – 35%.
Una vez constituido el fondo de emergencia, y si la deuda se encuentra en niveles razonables, es muy recomendable empezar a invertir.
De este modo, se combaten los efectos de la inflación y puede incrementarse el patrimonio de cara al futuro.
Tener la opción de solicitar un crédito o préstamo puede ser también un síntoma de buena salud financiera, ya que suele ser indicativo de tener la suficiente solvencia como para devolverlo.
Finalmente, contar con una adecuada cobertura de riesgos mediante seguros, también contribuye a la salud financiera.
De este modo, se dispone de un respaldo para afrontar eventualidades que, de otro modo, podrían suponer la ruina económica.
Cuando una persona quiere mejorar su salud financiera, existen distintos ámbitos en los que puede actuar. Estos son los más importantes:
Si no se conoce el punto de partida, difícilmente se podrá mejorar. Como dijo Lord Kelvin: «Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre».
Por tanto, es recomendable dedicar un tiempo a:
A partir de este trabajo de evaluación, ya se podrá empezar a incorporar algunas medidas de mejora.
Sin duda, elaborar un presupuesto de ingresos y gastos puede ayudar enormemente a mejorar la salud financiera de una persona o familia.
Básicamente, se trata de consignar todos los gastos e ingresos (fijos o variables), distribuyendo los recursos de la forma más eficiente posible.
Además, el presupuesto va a ser la base imprescindible para poder hacer una planificación financiera a medio y largo plazo, con objetivos de ahorro e inversión.
Aunque hay muchas formas de abordar esta cuestión, es bastante conocido el método 50/30/20, que distribuye los ingresos netos mensuales en tres categorías:
No obstante, si tus ingresos te lo permiten y tienes objetivos más ambiciosos, lo ideal es que incrementes poco a poco ese 20% destinado a ahorro e inversión.
En casi cualquier presupuesto hay un cierto margen para recortar gastos superfluos, innecesarios o ineficientes.
A muchos de estos, se los conoce como «gastos hormiga», ya que son relativamente bajos de forma individual, pero acaban teniendo un gran impacto al acumularse a lo largo del tiempo.
Un ejemplo típico son las suscripciones a servicios que casi no utilices o donde existan alternativas más baratas (TV y streaming, apps, cuotas de gimnasio, servicios de telefonía e internet, seguros, etc.).
En cualquier caso, la reducción de gastos siempre tiene un límite del que es casi imposible bajar. De ahí que también sea muy recomendable explorar las posibilidades de incrementar ingresos. Por ejemplo, negociando un aumento de sueldo, planteándose un cambio de sector profesional, iniciando un nuevo negocio, etc.
El endeudamiento no es necesariamente malo, siempre que se destine a la compra de activos, a necesidades básicas como la vivienda o a cualquier otro proyecto productivo.
En cualquier caso, debe mantenerse en niveles razonables, procurando que las condiciones (principalmente, el tipo de interés) sean lo más favorables posible.
Por tanto, debería limitarse estrictamente el endeudamiento para el consumo o el ocio, las deudas de tarjetas de crédito, etc.
Como decíamos, es imprescindible priorizar el ahorro antes que cualquier gasto superfluo, para constituir un fondo de emergencia suficiente.
A partir de ahí, deberías empezar a invertir en productos adecuados a tu perfil de riesgo.
Finalmente, invertir en educación financiera es también una buena medida para aprender a mejorar nuestra salud financiera a medio y largo plazo.
En definitiva, cuidar la salud financiera debería ser una de nuestras prioridades fundamentales para poder disfrutar de una situación económica desahogada, sin que el dinero sea una fuente continua de estrés o preocupaciones.
Rubén Vizcaíno Pena
9 Ene. 2025
8 min
Bolsa
Curso Finanzas
Finanzas
Banco Grameen: ¿qué es?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
16 Dic. 2024
7 min
Curso Finanzas
Finanzas
¿Qué es un depósito a plazo?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
9 Dic. 2024
7 min
Economía
Finanzas
¿Cuál fue la primera moneda del mundo?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
2 Dic. 2024
7 min
Finanzas
Tipos de riesgos financieros: ¡descúbrelos!
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
29 Nov. 2024
7 min
Bolsa
Deuda pública: ¿qué es?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
28 Nov. 2024
7 min
Economía
¿Qué es la política monetaria restrictiva?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
25 Nov. 2024
7 min
Economía
¿Qué es la política monetaria expansiva?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
20 Nov. 2024
7 min
Bolsa
¿Qué es la inversión del sujeto pasivo en construcción?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
18 Nov. 2024
7 min
Value Investing
¿Qué es el punto de equilibrio?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
13 Nov. 2024
7 min
Economía
¿Cómo medir los ciclos económicos?
El Banco Grameen es una institución financiera bastante desconocida en nuestro ámbito, a pesar de tener una trayectoria plagada de premios y reconocimientos, incluyendo el Nobel.
En este artículo veremos cuál es el origen de este banco, qué tipos de productos ofrece y por qué se ha convertido en un referente dentro del sector del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, también haremos referencia a algunas de las críticas y desafíos que ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
El Banco Grameen es una institución financiera especializada en microcréditos, que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente en áreas rurales.
De hecho, la palabra «grameen» se deriva de un término sánscrito que significa «pueblo», «aldea» o «rural».
Una de sus características más distintivas de esta entidad financiera es que no exige garantías o avales a los prestatarios, como luego veremos. Sin duda, es una característica insólita en este sector.
El Banco Grameen comenzó a operar en Bangladés en el año 1983, impulsado por el economista local Muhammad Yunus.
Previamente a esta fecha, Yunus había desarrollado un proyecto de investigación en los años 70, en el que abordaba la problemática del acceso al crédito entre la población sin recursos en el medio rural.
A través de pruebas de campo y experimentos en los que prestaba pequeñas cuantías a personas pobres de la comunidad, comprobó que era una iniciativa con mucho potencial para impulsar el desarrollo de dichas comunidades.
De este modo, y con el apoyo de otros banqueros extranjeros, el Banco Grameen empezó a operar en octubre de 1983 en Bangladés.
Como suele decirse, el resto ya es historia.
La razón de ser del Banco Grameen, como decíamos, es prestar dinero a quienes no tendrían acceso al crédito en otro tipo de entidades más convencionales, y que, además, no cuentan ni con los mínimos conocimientos financieros básicos.
Con ello se busca financiar pequeñas iniciativas de negocio que surjan en el seno de las comunidades rurales, especialmente en el caso de las mujeres (que representan más del 90% de los prestatarios de este banco).
De este modo, pueden explotar sus habilidades y conocimientos para generar ingresos.
Además, las mujeres suelen reinvertir la mayor parte de los beneficios en ampliar el negocio y, al mismo tiempo, en mejorar la educación, salud y bienestar de su familia. En consecuencia, esto genera un efecto multiplicador que contribuye a la mejora global de estas comunidades rurales.
Esta especie de «círculo virtuoso» se va retroalimentando de forma continua, expandiendo sus efectos positivos cada vez a zonas más amplias.
Sin duda, otro de los rasgos distintivos del Banco Grameen, que lo diferencia de la banca convencional, es que no exige avales o garantías para acceder a los créditos.
En el fondo, esto es algo lógico y coherente con los objetivos declarados por su fundador.
De este modo, si se trata de permitir el acceso al crédito a la población rural más desfavorecida, difícilmente podrán exigírseles garantías de una forma convencional.
En su lugar, el Banco Grameen utiliza un sistema de grupos solidarios, que funcionan del modo siguiente:
Cada prestatario se integra de un grupo de cinco personas que también han recibido un crédito, y que se apoyan mutuamente en el cumplimiento de sus obligaciones. Aunque los préstamos son individuales (al igual que la responsabilidad de su devolución), la dinámica de grupo genera una presión social positiva para que todos cumplan con sus pagos.
A través de este mecanismo, el banco consigue tener un bajo nivel de morosidad o de fallidos, a pesar de no contar con avales que pueda ejecutar en caso de impago.
Como principales éxitos y reconocimientos del Banco Grameen, suelen destacarse los siguientes:
Sin embargo, a pesar de sus grandes logros, también han surgido algunas voces críticas con la labor de esta entidad financiera y, en cierta medida, con el propio sistema de microcréditos en su conjunto.
Efectivamente, el trabajo desarrollado por Muhammad Yunus con el Banco Grameen también ha recibido algunas críticas. Las más importantes son las siguientes:
Al mismo tiempo, la entidad se enfrenta a los nuevos desafíos de la banca en el siglo XXI, con un pujante sector fintech que podría amenazar su posición dominante en el ámbito de los microcréditos.
En definitiva, el Banco Grameen es una de las iniciativas más interesantes que han surgido en las últimas décadas en lo que se refiere a banca ética o de desarrollo.
Y es que, con sus luces y sus sombras, ha posibilitado el crecimiento económico de zonas muy desfavorecidas, ofreciendo una salida a quienes no tenían otras opciones para poner en marcha pequeños negocios.
Sin duda, el proyecto de aquel joven Muhammad Yunus ha resultado ser todo un éxito.
Rubén Vizcaíno Pena
11 Nov. 2024
7 min
1
de
9
Copyright All Rights Reserved 2025