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¿Qué es una OPA?

En este artículo veremos qué es una OPA, analizaremos los distintos tipos de OPAs que pueden existir y explicaremos cuál es el proceso, paso a paso, para llevarlas a cabo.

Además, exploraremos las diferentes motivaciones a las que pueden obedecer este tipo de operaciones, dependiendo de los casos.

Sigue leyendo para conocer todos los detalles.

Definición de OPA: ¿qué es?

Las siglas OPA hacen referencia al concepto de Oferta Pública de Adquisición.

De este modo, podemos definir una OPA como aquella operación en la que uno o varios inversores ofrecen a todos los accionistas de una compañía cotizada la compra de sus acciones, a cambio de un precio determinado (que suele ser superior al de cotización de sus títulos en el mercado).

Lo más habitual es que la oferta se realice a cambio de dinero en efectivo, aunque también puede haber OPAs mixtas, en las que se ofrece una combinación de dinero y acciones de la compañía resultante.

En la práctica, puede haber diferentes clases de OPAs, como ahora veremos.

Tipos de OPAs

Efectivamente, los principales tipos de OPAs que pueden darse son los siguientes:

1. OPA obligatoria vs. OPA voluntaria

Esta es una de las distinciones más importantes cuando hablamos de tipologías de OPAs. De este modo, tenemos que:

  • La OPA obligatoria se produce en aquellos supuestos en los que la legislación requiere que se lleve a cabo esta operación necesariamente. Son incondicionadas (no se pueden establecer condiciones adicionales) y se realizan sobre el 100% del capital de la compañía. Se da, por ejemplo, en casos en los que una entidad o un grupo de inversores alcanza el control de un cierto porcentaje del capital social, obligándoles entonces la ley a que lancen una OPA sobre el resto, para ofrecer condiciones equitativas a todos los accionistas.
  • La OPA voluntaria se da en los demás casos, cuando no existe ninguna norma que obligue a proponerla. En estos casos, el interesado puede introducir condiciones (a diferencia del caso anterior).

Sin lugar a dudas, la OPA voluntaria es mucho más habitual que la obligatoria.

2. OPA hostil o amistosa

Esta es otra de las categorizaciones de las OPAs más importantes. La diferencia radica en lo siguiente:

  • Se trata de una OPA amistosa si se lanza después de llegar a un acuerdo con el consejo de administración o los accionistas principales de la empresa opada.
  • Por el contrario, estaremos ante una OPA hostil en los demás casos. Es decir, si no existe acuerdo previo con los accionistas de la compañía en cuestión.

En cualquier caso, esta calificación no implica que la operación vaya o no a perjudicar a dichos accionistas.

3. Oferta Pública de Adquisición competidora

Este tipo de OPA se da cuando la oferta que se lanza es posterior a una propuesta de OPA precedente. Por tanto, ambas operaciones estarían compitiendo entre sí para llevarse a cabo.

4. Oferta Pública de Adquisición de exclusión

Se produce cuando la empresa en cuestión va a dejar de cotizar en la bolsa de valores, por el motivo que sea.

Por tanto, en este caso, la OPA se lleva a cabo para dar la oportunidad a los accionistas actuales de vender sus títulos y así recuperar el dinero que les corresponda.

5. OPA por toma de control

Se da en aquellos casos en los que los individuos o la empresa que realiza la oferta ya tiene el control efectivo de la compañía opada.

El objetivo es proporcionar a todos los accionistas la oportunidad de vender sus títulos en condiciones equitativas.

¿Por qué realizar este tipo de ofertas de adquisición? Motivos

La decisión de lanzar una OPA puede obedecer a distintas motivaciones, como pueden ser las siguientes:

  • Reducción de la competencia: promover una OPA sobre una empresa competidora puede deberse a la intención de eliminar a un competidor directo y quedarse con una mayor porción del mercado.
  • Búsqueda de sinergias: por distintos motivos, la fusión mediante OPA de dos compañías puede generar sinergias que aumenten la eficiencia de su funcionamiento. Por ejemplo, podría ayudar a reducir costes de fabricación o de gestión.
  • Expansión: la incorporación de la compañía opada podría ayudar a expandir el radio de acción de los promotores de la operación. Por ejemplo, porque la empresa objetivo opere en un país o área geográfica a donde no llega la que presenta la oferta.
  • Acceso a patentes o a tecnología exclusiva: en este caso, la motivación obedece al interés de utilizar herramientas, tecnologías o procesos que domina en exclusiva la empresa objeto de la OPA. Este tipo de operaciones se da mucho en el sector tecnológico, sobre todo de la mano de grandes compañías con abundantes recursos financieros para realizar adquisiciones de empresas emergentes o de menor tamaño.

Lógicamente, también pueden concurrir varios motivos diferentes en una misma operación. De hecho, es muy posible que se den al mismo tiempo la reducción de competencia, la expansión del mercado y las sinergias operativas.

Cómo se lleva a cabo una OPA: proceso paso a paso

Aunque el proceso concreto puede ser diferente según el tipo de OPA y de acuerdo con la legislación aplicable en cada país, los pasos más habituales suelen ser estos:

  • Búsqueda de la empresa objetivo. Antes de nada, los inversores o la compañía que va a presentar la OPA habrán realizado algún tipo de estudio o investigación mediante los que han llegado a la conclusión de que les conviene realizar esta operación.
  • Presentación y anuncio de la OPA. El procedimiento concreto y la documentación necesaria puede variar dependiendo de la legislación nacional aplicable y del caso de que se trate. De todos modos, siempre va a haber algún tipo de anuncio oficial y de documentación informativa para los accionistas de la compañía opada.
  • Período de aceptación. Durante el plazo que determine la normativa, los accionistas podrán decidir si aceptan o no la oferta y, por tanto, si venden o no sus acciones al precio ofertado. Para que se pueda llevar a cabo la OPA, puede requerirse que acepte un determinado porcentaje mínimo de los accionistas.
  • Ejecución y aprobación. Dependiendo de lo que indique la normativa del país en cuestión, puede ser necesario que la OPA sea aprobada por algún regulador público y que se plasme documentalmente de una forma determinada. En este sentido, hay que recordar que este tipo de operaciones pueden llegar a tener serias implicaciones para la libre competencia, por lo que suele requerirse la aprobación de ciertos organismos oficiales.

En el caso español, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es el organismo que supervisa todo el proceso de realización de una OPA, asegurando que se cumplen todos los requisitos legalmente exigidos.

En definitiva, las OPAs son un mecanismo de gran relevancia en los mercados de valores, que pueden perseguir distintas finalidades y tener efectos muy importantes sobre el sector en cuestión.

Si eres accionista de una empresa opada, estudia a fondo los documentos de la operación, para asegurarte de tomar la decisión que más convenga a tus intereses.

Rubén Vizcaíno Pena

31 Oct. 2024

7 min

Mercado

¿Cómo afecta la tasa de desempleo a las empresas?

En este artículo analizaremos cómo afecta la tasa de desempleo a las empresas, tanto en situaciones de alto índice de paro, como en el caso contrario.

Sin duda, se trata de una magnitud que puede tener un impacto muy significativo en cualquier compañía, ya sea de forma directa o bien indirectamente, como consecuencia de la situación económica general.

Pero, antes de entrar en materia, es importante partir de una definición clara de este indicador y del análisis de sus posibles causas principales.

¿Qué es la tasa de desempleo? Definición

La tasa de desempleo o tasa de paro es un indicador económico que expresa cuál es el porcentaje de la población activa desempleada que está buscando trabajo activamente

Se calcula mediante el cociente entre la población parada y la población activa, tal y como indica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Como sabes, este es el organismo encargado de elaborar los estudios estadísticos acerca de la ocupación laboral en España, fundamentalmente a través de la Encuesta de Población Activa (EPA).

A estos efectos, el INE considera población parada a las personas de 16 y más años que cumplen estas tres condiciones:

  • Estar sin trabajo en el momento actual (sin un empleo asalariado o por cuenta propia).
  • Estar disponibles para trabajar.
  • Estar buscando activamente un trabajo durante el mes precedente.

Principales causas del desempleo

Podemos destacar como algunos de los principales factores que pueden ocasionar desempleo los siguientes:

  • Falta de cualificación o cualificación inadecuada: si un significativo sector de la población carece de formación o tiene una formación no demandada por las empresas, tendrán más probabilidades de sumarse a las listas de desempleo. En ciertos casos, también la sobrecualificación puede llegar a implicar desempleo.
  • Situación económica general: la economía se desarrolla en impulsos cíclicos, de modo que a una etapa expansiva le seguirá otra recesiva o de crisis. Por tanto, si estamos en fases del ciclo económico de recesión o depresión, es inevitable que aumente el paro en el mercado de trabajo.
  • Avances tecnológicos: en muchos casos, ciertos avances tecnológicos pueden tener un gran impacto en la configuración de industrias o sectores completos, con un impacto directo en el empleo. Por ejemplo, si se incrementa la automatización de procesos, la robotización, la aplicación de herramientas de inteligencia artificial, etc. En estos casos, la necesidad de mano de obra se verá reducida, al menos de forma temporal, mientras no se produzca una reconfiguración del sector y/o una adaptación de los trabajadores a las nuevas realidades.
  • Deslocalización: el traslado de procesos de fabricación o de gestión a países terceros puede tener un impacto directo en las cifras de desempleo en el lugar de origen.
  • Marco jurídico: cambios en la legislación laboral o la adopción de determinadas políticas públicas pueden afectar a las demandas de mano de obra de las distintas empresas.

Lógicamente, estas son solo algunas de las posibles causas de desempleo, ya que pueden existir muchas otras.

Cómo afecta la tasa de desempleo a las empresas

Veamos, pues, cómo puede afectar la tasa de desempleo a las empresas de un país, ya sea de forma directa o indirecta (y tanto positiva como negativamente):

1. Efectos sobre el gasto privado o la demanda de los consumidores

Los altos niveles de desempleo en un país suponen que habrá un considerable porcentaje de la población que contará con escasos recursos para dedicar al consumo.

Esto implica que la demanda de bienes y servicios ofrecidos por las empresas puede llegar a verse muy afectada. Por tanto, las compañías encontrarán mayores dificultades para dar salida a sus productos al precio actual.

Por el contrario, en una situación de bajo desempleo, existirá una mayor capacidad de gasto en grandes capas de la población, lo que se podría reflejar en un aumento de la demanda por parte de los consumidores.

2. Efectos sobre la productividad

Cuando existe una elevada tasa de desempleo, las empresas podrían ver afectada la productividad de sus trabajadores en dos sentidos contradictorios:

  • En algunos casos, el temor a perder el empleo puede contribuir a que el trabajador incremente su compromiso y productividad. Además, la reducción de plantillas puede obligar a que los trabajadores restantes asuman parte del trabajo de los que han salido de la compañía (incrementando su productividad).
  • Sin embargo, en otros casos, las medidas de ajuste y la situación económica general pueden influir negativamente en la moral de los trabajadores y en su compromiso con la empresa, reduciéndose su productividad.

Por tanto, incluso dentro de un mismo país y una misma etapa del ciclo económico, podrían convivir ambos tipos de efectos en empresas distintas.

Las políticas internas de recursos humanos pueden marcar la diferencia en este sentido.

3. Incremento o reducción de costes laborales

En épocas de bajo desempleo, muchas empresas tendrán que competir por los trabajadores idóneos ofreciendo cada vez mejores salarios.

Por tanto, los gastos de personal van a tender a aumentar en la mayoría de casos.

Por otro lado, en etapas de una alta tasa de desempleo, el exceso de oferta de mano de obra puede empujar a los salarios a la baja. Por tanto, los costes laborales para las empresas podrían verse reducidos.

Sin embargo, también podría producirse un aumento de costes debido a cambios en las políticas públicas que se reflejen en la imposición de aumentos en las contribuciones a prestaciones por desempleo por parte de las empresas.

4. Dificultad para cubrir vacantes o retener talento

Además de los efectos sobre los salarios que acabamos de mencionar, una baja tasa de desempleo puede implicar dificultades para cubrir determinadas vacantes.

Así, al tener los trabajadores mayor diversidad de ofertas entre las que elegir, pueden quedarse sin cubrir las que resulten menos atractivas, sea por la causa que sea:

  • Menor salario.
  • Horarios más amplios o incómodos (turnicidad, trabajo nocturno, jornada partida, etc.).
  • Trabajos de mayor penosidad, exigencia física o mental, o dificultad intrínseca.
  • Trabajos en entornos desfavorables.

Tal y como recoge este estudio del Banco de España, esto es lo que se ha estado produciendo en nuestro país en los últimos años, sobre todo en ciertos sectores o para algunos tipos de trabajos.

Curiosamente, en España esto es compatible con una tasa de desempleo relativamente alta.

5. Restricciones al crecimiento

En épocas con cifras cercanas al pleno empleo, la escasez de mano de obra puede suponer limitaciones al crecimiento presente o futuro de la compañía.

Así, como decíamos, las empresas se encontrarán con dificultades para incorporar a los trabajadores necesarios para afrontar estrategias expansivas (por ejemplo, para aumentar la capacidad productiva o para cubrir otro tipo de puestos necesarios en diferentes departamentos).

En definitiva, la tasa de desempleo puede afectar a las empresas en formas muy distintas, no siempre fáciles de prever ni de afrontar en la práctica.

En cualquier caso, es recomendable contar con un marco jurídico lo suficientemente flexible y con una adecuada estrategia empresarial a todos los niveles, que permita que tanto las compañías como los trabajadores encuentren soluciones adecuadas a los retos que se vayan presentando en cada momento.

Rubén Vizcaíno Pena

25 Sep. 2024

7 min

Mercado

Mercado laboral en España: oportunidades y desafíos

La situación del mercado laboral en España dista de ser la ideal, arrastrando problemas estructurales desde hace décadas, a los que se unen nuevos desafíos en una etapa fuertemente marcada por la tecnología.

Sin embargo, también existen importantes fortalezas y oportunidades de mejora que pueden transformar esta situación si saben aprovecharse.

En este artículo analizamos ambos aspectos, para tratar de dibujar una imagen fiel de la situación del mercado de trabajo español a día de hoy, y tratar de anticipar su evolución durante los próximos años.

¿Cuáles son los principales problemas del mercado laboral en España?

La mayoría de expertos coinciden en señalar como mayores problemas y desafíos del mercado de trabajo español los siguientes:

1. Temporalidad y precariedad laboral

A pesar de algunas mejoras durante los últimos años, la tasa de temporalidad del mercado laboral en España sigue siendo bastante alta, tanto en el sector privado como en el público.

Esta temporalidad sigue afectando principalmente a los más jóvenes, dificultando su incorporación plena al mundo laboral y, en consecuencia, su emancipación real y efectiva.

La lucha contra el fracaso escolar, la promoción de la Formación Profesional, inversiones en innovación y determinados ajustes en la legislación laboral, podrían ayudar a revertir muchos de estos problemas.

2. Desajuste entre cualificación y empleo

Por una parte, existe sobrecualificación en determinadas áreas donde la demanda de trabajadores es muy inferior a la oferta de titulados, que se ven abocados a aceptar empleos de inferior categoría.

Al mismo tiempo, existen ámbitos en los que la demanda de personal queda insatisfecha, tanto en sectores como la hostelería y el turismo, como en profesiones técnicas donde existe insuficiencia de titulados de Formación Profesional para ciertas áreas.

Además, para algunos de estos casos, autores como Conde-Ruiz (2017) abogan por modificar el diseño de las prestaciones asistenciales para introducir incentivos a la búsqueda de empleo, haciendo compatible la percepción parcial de la prestación con el salario.

En ámbitos de alta cualificación, nos enfrentamos también al problema de la llamada «fuga de talento», de modo que las personas de mayor cualificación buscan oportunidades en mercados más atractivos, que ofrecen salarios superiores y condiciones de trabajo mucho más favorables.

De hecho, gracias a la posibilidad del teletrabajo, esta «fuga» es cada vez más fácil y menos costosa para los trabajadores más cualificados.

3. Rigidez normativa e inseguridad jurídica

La legislación laboral en España siempre se ha visto envuelta en agrios debates políticos, con polémicas y cruces de acusaciones que poco han favorecido a la seguridad jurídica y a la flexibilidad en el mercado de trabajo.

Sin embargo, en un entorno dominado por las nuevas tecnologías (Inteligencia Artificial, robótica, etc.) y los cambios de paradigmas sociales (priorización del teletrabajo, diferentes motivaciones y expectativas laborales, etc.), cada vez será más necesaria una legislación que combine una adecuada flexibilidad con la necesaria protección del trabajador.

Así, según algunos autores, es vital «mejorar la certidumbre y seguridad jurídica tanto en la contratación laboral como en la extinción contractual y la introducción de un sistema de cuentas individuales para todos los trabajadores».

4. Envejecimiento, jubilación y pensiones

La baja natalidad y el envejecimiento poblacional es otro de los grandes problemas a los que se enfrenta España, con importantes consecuencias en distintos ámbitos, especialmente en el laboral.

El aumento de la esperanza de vida, unido a los problemas de sostenibilidad del sistema de pensiones, hacen que muchos analistas aboguen por la flexibilización de las jubilaciones.

En este sentido, se propone seguir mejorando la regulación de la compatibilidad de la pensión con el trabajo, aprovechando así el talento sénior y descargando, al menos en parte, al sistema de pensiones.

La inminente jubilación de los integrantes de la generación del baby boom van a acelerar radicalmente la necesidad de implementar este tipo de medidas u otras similares.

5. Baja productividad

Otro tradicional lastre de la economía española es la baja productividad, comparada con la de los países de nuestro entorno.

Así, según la Fundación BBVA, España acumula un descenso de su nivel de productividad del -7,3% entre 2000 y 2022. Esto contrasta radicalmente con el crecimiento de la productividad en países desarrollados como Estados Unidos (con un aumento del 15,5% en el mismo periodo), Alemania (donde aumentó un 11,8%) o el Reino Unido (con un crecimiento del 8,8%).

Esta baja productividad en nuestro país está asociada tanto al factor trabajo como al capital.

Algunos de los factores que explican esta baja productividad pueden ser el excesivo peso del capital inmobiliario, junto con una reducida inversión en tecnología, pobres resultados educativos y una escasa profesionalización de la gestión y dirección en muchas empresas.

Además, en la economía española tienen un peso relativamente bajo las actividades intensivas en conocimiento y tecnología, que son precisamente las que más favorecen la productividad.

Ventajas y oportunidades de futuro en el mercado laboral español

A pesar de los muchos retos e ineficiencias, el mercado laboral en España también puede aprovechar las numerosas oportunidades que se le presentan de cara a los próximos años.

Así, algunas de las más destacadas son las siguientes:

1. Turismo

Su situación geográfica privilegiada, el clima y el acervo cultural son algunas de las grandes bazas con las que siempre ha contado España para ser uno de los primeros destinos turísticos del mundo.

Lógicamente, esto también ha supuesto un peso excesivo del sector, tanto a nivel económico como laboral, en detrimento de otros más intensivos en tecnología y conocimiento, como decíamos.

Por tanto, el reto ahora es saber aprovechar todo ese potencial turístico para:

  • Potenciar otros atractivos distintos al tradicional «sol y playa», descargando la presión de áreas saturadas y estimulando destinos menos explotados.
  • Reducir la estacionalidad.
  • Crear empleo de calidad.

2. Energía verde y sostenibilidad

España tiene también un enorme potencial en el sector de energías verdes, por su privilegiada situación geográfica.

En este sentido, sería también importante impulsar la inversión tecnológica para conseguir una industria cada vez más importante, sin limitarse tan solo a la producción energética, sino al desarrollo de equipos de generación de energías limpias que puedan exportarse y, al mismo tiempo, generar empleo cualificado.

3. Una nueva revolución tecnológica

La revolución de la Inteligencia Artificial, la robótica, la blockchain y otras tecnologías disruptivas presentan oportunidades inéditas para incorporarse a la carrera de la innovación.

Saber aprovechar el talento que tanto cuesta formar, creando oportunidades atractivas para desarrollar proyectos interesantes, podría marcar un punto de inflexión en el mercado laboral español.

En este sentido, el ecosistema de startups en España, aunque con proyectos atractivos y algunos éxitos puntuales, todavía tiene mucho margen de mejora para situarse al nivel de otros países desarrollados.

En definitiva, los grandes retos del mercado laboral en España no deberían ensombrecer las oportunidades de futuro que tiene ante sí.

Con voluntad política, una inversión eficiente y la implicación de los distintos actores sociales, es posible transformar esta situación, dejando atrás las tradicionales debilidades que llevamos arrastrando desde hace décadas.

Rubén Vizcaíno Pena

27 May. 2024

7 min

Economía

Mercado

Inversión en bolsa de valores: ventajas y desventajas

Sin duda, la inversión en bolsa de valores tiene ventajas y desventajas, como sucede con cualquier otra forma de invertir.

En este artículo analizamos ambas perspectivas, ofreciéndote además algunos consejos clave para aprovechar los aspectos positivos y reducir la incidencia de los negativos.

¿Qué es la inversión en bolsa de valores?

Como ya sabrás, invertir en bolsa consiste en adquirir activos de renta variable que cotizan en los mercados financieros (fundamentalmente, acciones) y cuyo precio de cotización varía según la oferta y la demanda que exista en cada momento.

Aunque esta definición básica prescinde de bastantes matices y casos particulares, puede servir para un primer acercamiento a este tipo de inversión.

Antiguamente, las operaciones en bolsa se ejecutaban directamente «in situ» o a través del teléfono. Basta recordar las imágenes clásicas del parquet de Wall Street, inmortalizadas por el cine, con todos los brókers gritando órdenes en una especie de caos organizado.

Hoy en día, todas las bolsas están 100% informatizadas y se puede operar de forma muy rápida y sencilla desde casa, ya sea a través del ordenador o con un simple teléfono móvil.

Cómo invertir en bolsa: tipos de activos

La inversión en bolsa de valores suele realizarse a través de un bróker o intermediario (por ejemplo, un banco), en el que se depositan fondos para luego realizar las operaciones de compra y venta que se deseen.

A la hora de invertir en bolsa, pueden adquirirse activos como los siguientes:

  • Acciones: son títulos que representan una parte del capital de determinada empresa o compañía. Esta es la forma más directa de invertir en bolsa, aunque no necesariamente la más recomendable para todas las personas.
  • Fondos de inversión: son vehículos de inversión colectiva que te permiten participar en una «cesta» o conjunto de acciones, sin adquirirlas directamente. Por tanto, tú compras determinadas participaciones en el fondo, que representan una parte proporcional de todas las inversiones realizadas por dicho fondo. Por ejemplo, si inviertes en un fondo indexado al S&P 500, estarías participando en las 500 empresas que componen ese índice.
  • ETF: estos fondos cotizados son similares a los anteriores, pero con la peculiaridad de que cotizan en bolsa y pueden comprarse y venderse de la misma forma que las acciones.
  • Productos derivados: se trata de activos que se referencian a otros activos subyacentes. Son productos de alto riesgo, no aptos para principiantes. Los futuros y las opciones son los dos ejemplos más conocidos en esta categoría.

Para un principiante, lo que más suele recomendarse es la inversión a través de fondos o ETF. De este modo, sin necesidad de contar con un gran capital, puede lograrse una cartera bien diversificada, sin necesidad de grandes conocimientos y a un coste (en comisiones y gastos) muy económico.

Ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores

A continuación, examinamos las principales ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores:

Ventajas de invertir en bolsa

Los aspectos más positivos de la inversión en bolsa son los siguientes:

  • Rentabilidad: aunque rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la renta variable ha generado rentabilidades muy atractivas a lo largo de muchas décadas. Así, por ejemplo, la rentabilidad media histórica del índice más importante de la bolsa estadounidense (S&P 500) se sitúa en torno al 9,81%.
  • Liquidez: la inversión en acciones puede convertirse en liquidez de forma casi inmediata. De este modo, si los mercados están abiertos e introducimos la orden a través de internet, la operación suele ejecutarse en cuestión de segundos. Otra cuestión es si es o no el momento idóneo para vender.
  • Accesibilidad: gracias a la proliferación de brókers online, los bajos costes y la mucha información disponible, la inversión en bolsa es bastante sencilla de entender y no requiere grandes sumas de dinero. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la compra de fondos de inversión o ETF, como decíamos.
  • Diversificación: si ya inviertes en otro tipo de productos (como depósitos, activos de renta fija, inmuebles, etc.), la inversión en bolsa te permite introducir una mayor diversificación en tu cartera.

Las ventajas de invertir en bolsa de valores son muchas y muy importantes, pero eso no puede hacernos olvidar los aspectos más negativos.

Desventajas de la inversión en bolsa

Efectivamente, invertir en bolsa también tiene desventajas. Veamos algunas de las más destacadas:

  • Posibilidad de pérdidas: si la cotización de tus acciones o fondos baja, puedes perder gran parte del dinero que hayas invertido. No obstante, esa pérdida solo se materializa si vendes tus activos.
  • Gastos y comisiones: la compra directa de acciones implica pagar comisiones de bróker, así como determinados cánones de bolsa. Los fondos de inversión también suelen aparejar determinados gastos de gestión, más o menos elevados según el tipo de fondo. En este sentido, los productos más económicos suelen ser los fondos y ETF indexados.
  • Volatilidad: los mercados bursátiles pueden experimentar subidas y bajadas relativamente bruscas y repentinas, especialmente en determinados valores. Para muchas personas, esto puede suponer un estrés excesivo, al ver oscilar el valor de su cartera de forma continua.
  • Conocimientos y dedicación: aunque, como decíamos, la inversión en bolsa es hoy más sencilla que nunca, aun así requiere algunos conocimientos y cierta dedicación (sobre todo si se invierte directamente en acciones).

De todos modos, estas desventajas pueden, en mayor o menor medida, paliarse con los conocimientos y actitud adecuados.

Cómo evitar errores al invertir en bolsa de valores

Si quieres disfrutar de las ventajas y mantener bajo control las desventajas de la inversión en bolsa de valores, ten en cuenta estos consejos:

  • Fórmate: conocer los aspectos básicos de la inversión en bolsa, sus riesgos asociados y los distintos productos y estrategias, es vital para evitar errores al invertir. Un curso de finanzas para no financieros puede ser un buen punto de partida.
  • Conoce tu perfil de riesgo: en función de tu edad, situación económica y familiar y preferencias personales, tendrás un perfil de riesgo determinado, que debería condicionar la estructura de tu cartera.
  • Invierte lo que no vayas a necesitar a corto o medio plazo: de lo contrario, podrías verte obligado a vender tus activos en un momento inoportuno, asumiendo pérdidas innecesarias. Entre otros consejos, suele mencionarse la necesidad de contar con un fondo de seguridad en efectivo o «colchón» para emergencias que cubra entre 6 y 12 meses de tus gastos normales.
  • Invierte en lo que conozcas: si no comprendes el funcionamiento del activo o producto financiero en el que inviertes, difícilmente podrás estar tranquilo con tu inversión o conseguir buenos resultados.
  • Diversifica: la diversificación es el pilar principal de cualquier cartera equilibrada. De este modo, deberías diversificar entre renta fija y renta variable y, además, en distintos:
    • Activos concretos.
    • Sectores.
    • Países o áreas geográficas.
    • Monedas
  • Domina el factor psicológico: sobre todo entre los principiantes, es bastante habitual deshacer la inversión en el peor momento, dejándose arrastrar por el pánico ante las bajadas de cotización. También pueden entrar en el mercado en las peores etapas del ciclo, influidos por el llamado FOMO (fear of missing out o «miedo a perderse algo»). Mantener la calma y ajustarse al plan es el mejor antídoto para alejarse del ruido de la bolsa.

Ahora que ya conoces más a fondo las ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores, seguro que podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir.

Sin duda, es un tipo de inversión que merece la pena conocer y utilizar.

Rubén Vizcaíno Pena

13 Mar. 2024

7 min

Mercado

¿Qué es el trading?

Sin duda, la inversión en bolsa de valores tiene ventajas y desventajas, como sucede con cualquier otra forma de invertir.

En este artículo analizamos ambas perspectivas, ofreciéndote además algunos consejos clave para aprovechar los aspectos positivos y reducir la incidencia de los negativos.

¿Qué es la inversión en bolsa de valores?

Como ya sabrás, invertir en bolsa consiste en adquirir activos de renta variable que cotizan en los mercados financieros (fundamentalmente, acciones) y cuyo precio de cotización varía según la oferta y la demanda que exista en cada momento.

Aunque esta definición básica prescinde de bastantes matices y casos particulares, puede servir para un primer acercamiento a este tipo de inversión.

Antiguamente, las operaciones en bolsa se ejecutaban directamente «in situ» o a través del teléfono. Basta recordar las imágenes clásicas del parquet de Wall Street, inmortalizadas por el cine, con todos los brókers gritando órdenes en una especie de caos organizado.

Hoy en día, todas las bolsas están 100% informatizadas y se puede operar de forma muy rápida y sencilla desde casa, ya sea a través del ordenador o con un simple teléfono móvil.

Cómo invertir en bolsa: tipos de activos

La inversión en bolsa de valores suele realizarse a través de un bróker o intermediario (por ejemplo, un banco), en el que se depositan fondos para luego realizar las operaciones de compra y venta que se deseen.

A la hora de invertir en bolsa, pueden adquirirse activos como los siguientes:

  • Acciones: son títulos que representan una parte del capital de determinada empresa o compañía. Esta es la forma más directa de invertir en bolsa, aunque no necesariamente la más recomendable para todas las personas.
  • Fondos de inversión: son vehículos de inversión colectiva que te permiten participar en una «cesta» o conjunto de acciones, sin adquirirlas directamente. Por tanto, tú compras determinadas participaciones en el fondo, que representan una parte proporcional de todas las inversiones realizadas por dicho fondo. Por ejemplo, si inviertes en un fondo indexado al S&P 500, estarías participando en las 500 empresas que componen ese índice.
  • ETF: estos fondos cotizados son similares a los anteriores, pero con la peculiaridad de que cotizan en bolsa y pueden comprarse y venderse de la misma forma que las acciones.
  • Productos derivados: se trata de activos que se referencian a otros activos subyacentes. Son productos de alto riesgo, no aptos para principiantes. Los futuros y las opciones son los dos ejemplos más conocidos en esta categoría.

Para un principiante, lo que más suele recomendarse es la inversión a través de fondos o ETF. De este modo, sin necesidad de contar con un gran capital, puede lograrse una cartera bien diversificada, sin necesidad de grandes conocimientos y a un coste (en comisiones y gastos) muy económico.

Ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores

A continuación, examinamos las principales ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores:

Ventajas de invertir en bolsa

Los aspectos más positivos de la inversión en bolsa son los siguientes:

  • Rentabilidad: aunque rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la renta variable ha generado rentabilidades muy atractivas a lo largo de muchas décadas. Así, por ejemplo, la rentabilidad media histórica del índice más importante de la bolsa estadounidense (S&P 500) se sitúa en torno al 9,81%.
  • Liquidez: la inversión en acciones puede convertirse en liquidez de forma casi inmediata. De este modo, si los mercados están abiertos e introducimos la orden a través de internet, la operación suele ejecutarse en cuestión de segundos. Otra cuestión es si es o no el momento idóneo para vender.
  • Accesibilidad: gracias a la proliferación de brókers online, los bajos costes y la mucha información disponible, la inversión en bolsa es bastante sencilla de entender y no requiere grandes sumas de dinero. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la compra de fondos de inversión o ETF, como decíamos.
  • Diversificación: si ya inviertes en otro tipo de productos (como depósitos, activos de renta fija, inmuebles, etc.), la inversión en bolsa te permite introducir una mayor diversificación en tu cartera.

Las ventajas de invertir en bolsa de valores son muchas y muy importantes, pero eso no puede hacernos olvidar los aspectos más negativos.

Desventajas de la inversión en bolsa

Efectivamente, invertir en bolsa también tiene desventajas. Veamos algunas de las más destacadas:

  • Posibilidad de pérdidas: si la cotización de tus acciones o fondos baja, puedes perder gran parte del dinero que hayas invertido. No obstante, esa pérdida solo se materializa si vendes tus activos.
  • Gastos y comisiones: la compra directa de acciones implica pagar comisiones de bróker, así como determinados cánones de bolsa. Los fondos de inversión también suelen aparejar determinados gastos de gestión, más o menos elevados según el tipo de fondo. En este sentido, los productos más económicos suelen ser los fondos y ETF indexados.
  • Volatilidad: los mercados bursátiles pueden experimentar subidas y bajadas relativamente bruscas y repentinas, especialmente en determinados valores. Para muchas personas, esto puede suponer un estrés excesivo, al ver oscilar el valor de su cartera de forma continua.
  • Conocimientos y dedicación: aunque, como decíamos, la inversión en bolsa es hoy más sencilla que nunca, aun así requiere algunos conocimientos y cierta dedicación (sobre todo si se invierte directamente en acciones).

De todos modos, estas desventajas pueden, en mayor o menor medida, paliarse con los conocimientos y actitud adecuados.

Cómo evitar errores al invertir en bolsa de valores

Si quieres disfrutar de las ventajas y mantener bajo control las desventajas de la inversión en bolsa de valores, ten en cuenta estos consejos:

  • Fórmate: conocer los aspectos básicos de la inversión en bolsa, sus riesgos asociados y los distintos productos y estrategias, es vital para evitar errores al invertir. Un curso de finanzas para no financieros puede ser un buen punto de partida.
  • Conoce tu perfil de riesgo: en función de tu edad, situación económica y familiar y preferencias personales, tendrás un perfil de riesgo determinado, que debería condicionar la estructura de tu cartera.
  • Invierte lo que no vayas a necesitar a corto o medio plazo: de lo contrario, podrías verte obligado a vender tus activos en un momento inoportuno, asumiendo pérdidas innecesarias. Entre otros consejos, suele mencionarse la necesidad de contar con un fondo de seguridad en efectivo o «colchón» para emergencias que cubra entre 6 y 12 meses de tus gastos normales.
  • Invierte en lo que conozcas: si no comprendes el funcionamiento del activo o producto financiero en el que inviertes, difícilmente podrás estar tranquilo con tu inversión o conseguir buenos resultados.
  • Diversifica: la diversificación es el pilar principal de cualquier cartera equilibrada. De este modo, deberías diversificar entre renta fija y renta variable y, además, en distintos:
    • Activos concretos.
    • Sectores.
    • Países o áreas geográficas.
    • Monedas
  • Domina el factor psicológico: sobre todo entre los principiantes, es bastante habitual deshacer la inversión en el peor momento, dejándose arrastrar por el pánico ante las bajadas de cotización. También pueden entrar en el mercado en las peores etapas del ciclo, influidos por el llamado FOMO (fear of missing out o «miedo a perderse algo»). Mantener la calma y ajustarse al plan es el mejor antídoto para alejarse del ruido de la bolsa.

Ahora que ya conoces más a fondo las ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores, seguro que podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir.

Sin duda, es un tipo de inversión que merece la pena conocer y utilizar.

Rubén Vizcaíno Pena

8 Feb. 2024

7 min

Finanzas

Mercado

¿Quién financia a una empresa?

Sin duda, la inversión en bolsa de valores tiene ventajas y desventajas, como sucede con cualquier otra forma de invertir.

En este artículo analizamos ambas perspectivas, ofreciéndote además algunos consejos clave para aprovechar los aspectos positivos y reducir la incidencia de los negativos.

¿Qué es la inversión en bolsa de valores?

Como ya sabrás, invertir en bolsa consiste en adquirir activos de renta variable que cotizan en los mercados financieros (fundamentalmente, acciones) y cuyo precio de cotización varía según la oferta y la demanda que exista en cada momento.

Aunque esta definición básica prescinde de bastantes matices y casos particulares, puede servir para un primer acercamiento a este tipo de inversión.

Antiguamente, las operaciones en bolsa se ejecutaban directamente «in situ» o a través del teléfono. Basta recordar las imágenes clásicas del parquet de Wall Street, inmortalizadas por el cine, con todos los brókers gritando órdenes en una especie de caos organizado.

Hoy en día, todas las bolsas están 100% informatizadas y se puede operar de forma muy rápida y sencilla desde casa, ya sea a través del ordenador o con un simple teléfono móvil.

Cómo invertir en bolsa: tipos de activos

La inversión en bolsa de valores suele realizarse a través de un bróker o intermediario (por ejemplo, un banco), en el que se depositan fondos para luego realizar las operaciones de compra y venta que se deseen.

A la hora de invertir en bolsa, pueden adquirirse activos como los siguientes:

  • Acciones: son títulos que representan una parte del capital de determinada empresa o compañía. Esta es la forma más directa de invertir en bolsa, aunque no necesariamente la más recomendable para todas las personas.
  • Fondos de inversión: son vehículos de inversión colectiva que te permiten participar en una «cesta» o conjunto de acciones, sin adquirirlas directamente. Por tanto, tú compras determinadas participaciones en el fondo, que representan una parte proporcional de todas las inversiones realizadas por dicho fondo. Por ejemplo, si inviertes en un fondo indexado al S&P 500, estarías participando en las 500 empresas que componen ese índice.
  • ETF: estos fondos cotizados son similares a los anteriores, pero con la peculiaridad de que cotizan en bolsa y pueden comprarse y venderse de la misma forma que las acciones.
  • Productos derivados: se trata de activos que se referencian a otros activos subyacentes. Son productos de alto riesgo, no aptos para principiantes. Los futuros y las opciones son los dos ejemplos más conocidos en esta categoría.

Para un principiante, lo que más suele recomendarse es la inversión a través de fondos o ETF. De este modo, sin necesidad de contar con un gran capital, puede lograrse una cartera bien diversificada, sin necesidad de grandes conocimientos y a un coste (en comisiones y gastos) muy económico.

Ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores

A continuación, examinamos las principales ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores:

Ventajas de invertir en bolsa

Los aspectos más positivos de la inversión en bolsa son los siguientes:

  • Rentabilidad: aunque rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la renta variable ha generado rentabilidades muy atractivas a lo largo de muchas décadas. Así, por ejemplo, la rentabilidad media histórica del índice más importante de la bolsa estadounidense (S&P 500) se sitúa en torno al 9,81%.
  • Liquidez: la inversión en acciones puede convertirse en liquidez de forma casi inmediata. De este modo, si los mercados están abiertos e introducimos la orden a través de internet, la operación suele ejecutarse en cuestión de segundos. Otra cuestión es si es o no el momento idóneo para vender.
  • Accesibilidad: gracias a la proliferación de brókers online, los bajos costes y la mucha información disponible, la inversión en bolsa es bastante sencilla de entender y no requiere grandes sumas de dinero. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la compra de fondos de inversión o ETF, como decíamos.
  • Diversificación: si ya inviertes en otro tipo de productos (como depósitos, activos de renta fija, inmuebles, etc.), la inversión en bolsa te permite introducir una mayor diversificación en tu cartera.

Las ventajas de invertir en bolsa de valores son muchas y muy importantes, pero eso no puede hacernos olvidar los aspectos más negativos.

Desventajas de la inversión en bolsa

Efectivamente, invertir en bolsa también tiene desventajas. Veamos algunas de las más destacadas:

  • Posibilidad de pérdidas: si la cotización de tus acciones o fondos baja, puedes perder gran parte del dinero que hayas invertido. No obstante, esa pérdida solo se materializa si vendes tus activos.
  • Gastos y comisiones: la compra directa de acciones implica pagar comisiones de bróker, así como determinados cánones de bolsa. Los fondos de inversión también suelen aparejar determinados gastos de gestión, más o menos elevados según el tipo de fondo. En este sentido, los productos más económicos suelen ser los fondos y ETF indexados.
  • Volatilidad: los mercados bursátiles pueden experimentar subidas y bajadas relativamente bruscas y repentinas, especialmente en determinados valores. Para muchas personas, esto puede suponer un estrés excesivo, al ver oscilar el valor de su cartera de forma continua.
  • Conocimientos y dedicación: aunque, como decíamos, la inversión en bolsa es hoy más sencilla que nunca, aun así requiere algunos conocimientos y cierta dedicación (sobre todo si se invierte directamente en acciones).

De todos modos, estas desventajas pueden, en mayor o menor medida, paliarse con los conocimientos y actitud adecuados.

Cómo evitar errores al invertir en bolsa de valores

Si quieres disfrutar de las ventajas y mantener bajo control las desventajas de la inversión en bolsa de valores, ten en cuenta estos consejos:

  • Fórmate: conocer los aspectos básicos de la inversión en bolsa, sus riesgos asociados y los distintos productos y estrategias, es vital para evitar errores al invertir. Un curso de finanzas para no financieros puede ser un buen punto de partida.
  • Conoce tu perfil de riesgo: en función de tu edad, situación económica y familiar y preferencias personales, tendrás un perfil de riesgo determinado, que debería condicionar la estructura de tu cartera.
  • Invierte lo que no vayas a necesitar a corto o medio plazo: de lo contrario, podrías verte obligado a vender tus activos en un momento inoportuno, asumiendo pérdidas innecesarias. Entre otros consejos, suele mencionarse la necesidad de contar con un fondo de seguridad en efectivo o «colchón» para emergencias que cubra entre 6 y 12 meses de tus gastos normales.
  • Invierte en lo que conozcas: si no comprendes el funcionamiento del activo o producto financiero en el que inviertes, difícilmente podrás estar tranquilo con tu inversión o conseguir buenos resultados.
  • Diversifica: la diversificación es el pilar principal de cualquier cartera equilibrada. De este modo, deberías diversificar entre renta fija y renta variable y, además, en distintos:
    • Activos concretos.
    • Sectores.
    • Países o áreas geográficas.
    • Monedas
  • Domina el factor psicológico: sobre todo entre los principiantes, es bastante habitual deshacer la inversión en el peor momento, dejándose arrastrar por el pánico ante las bajadas de cotización. También pueden entrar en el mercado en las peores etapas del ciclo, influidos por el llamado FOMO (fear of missing out o «miedo a perderse algo»). Mantener la calma y ajustarse al plan es el mejor antídoto para alejarse del ruido de la bolsa.

Ahora que ya conoces más a fondo las ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores, seguro que podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir.

Sin duda, es un tipo de inversión que merece la pena conocer y utilizar.

Rubén Vizcaíno Pena

6 Feb. 2024

7 min

Mercado

¿Cuáles son las mejores inversiones en valores a largo plazo?

Sin duda, la inversión en bolsa de valores tiene ventajas y desventajas, como sucede con cualquier otra forma de invertir.

En este artículo analizamos ambas perspectivas, ofreciéndote además algunos consejos clave para aprovechar los aspectos positivos y reducir la incidencia de los negativos.

¿Qué es la inversión en bolsa de valores?

Como ya sabrás, invertir en bolsa consiste en adquirir activos de renta variable que cotizan en los mercados financieros (fundamentalmente, acciones) y cuyo precio de cotización varía según la oferta y la demanda que exista en cada momento.

Aunque esta definición básica prescinde de bastantes matices y casos particulares, puede servir para un primer acercamiento a este tipo de inversión.

Antiguamente, las operaciones en bolsa se ejecutaban directamente «in situ» o a través del teléfono. Basta recordar las imágenes clásicas del parquet de Wall Street, inmortalizadas por el cine, con todos los brókers gritando órdenes en una especie de caos organizado.

Hoy en día, todas las bolsas están 100% informatizadas y se puede operar de forma muy rápida y sencilla desde casa, ya sea a través del ordenador o con un simple teléfono móvil.

Cómo invertir en bolsa: tipos de activos

La inversión en bolsa de valores suele realizarse a través de un bróker o intermediario (por ejemplo, un banco), en el que se depositan fondos para luego realizar las operaciones de compra y venta que se deseen.

A la hora de invertir en bolsa, pueden adquirirse activos como los siguientes:

  • Acciones: son títulos que representan una parte del capital de determinada empresa o compañía. Esta es la forma más directa de invertir en bolsa, aunque no necesariamente la más recomendable para todas las personas.
  • Fondos de inversión: son vehículos de inversión colectiva que te permiten participar en una «cesta» o conjunto de acciones, sin adquirirlas directamente. Por tanto, tú compras determinadas participaciones en el fondo, que representan una parte proporcional de todas las inversiones realizadas por dicho fondo. Por ejemplo, si inviertes en un fondo indexado al S&P 500, estarías participando en las 500 empresas que componen ese índice.
  • ETF: estos fondos cotizados son similares a los anteriores, pero con la peculiaridad de que cotizan en bolsa y pueden comprarse y venderse de la misma forma que las acciones.
  • Productos derivados: se trata de activos que se referencian a otros activos subyacentes. Son productos de alto riesgo, no aptos para principiantes. Los futuros y las opciones son los dos ejemplos más conocidos en esta categoría.

Para un principiante, lo que más suele recomendarse es la inversión a través de fondos o ETF. De este modo, sin necesidad de contar con un gran capital, puede lograrse una cartera bien diversificada, sin necesidad de grandes conocimientos y a un coste (en comisiones y gastos) muy económico.

Ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores

A continuación, examinamos las principales ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores:

Ventajas de invertir en bolsa

Los aspectos más positivos de la inversión en bolsa son los siguientes:

  • Rentabilidad: aunque rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la renta variable ha generado rentabilidades muy atractivas a lo largo de muchas décadas. Así, por ejemplo, la rentabilidad media histórica del índice más importante de la bolsa estadounidense (S&P 500) se sitúa en torno al 9,81%.
  • Liquidez: la inversión en acciones puede convertirse en liquidez de forma casi inmediata. De este modo, si los mercados están abiertos e introducimos la orden a través de internet, la operación suele ejecutarse en cuestión de segundos. Otra cuestión es si es o no el momento idóneo para vender.
  • Accesibilidad: gracias a la proliferación de brókers online, los bajos costes y la mucha información disponible, la inversión en bolsa es bastante sencilla de entender y no requiere grandes sumas de dinero. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la compra de fondos de inversión o ETF, como decíamos.
  • Diversificación: si ya inviertes en otro tipo de productos (como depósitos, activos de renta fija, inmuebles, etc.), la inversión en bolsa te permite introducir una mayor diversificación en tu cartera.

Las ventajas de invertir en bolsa de valores son muchas y muy importantes, pero eso no puede hacernos olvidar los aspectos más negativos.

Desventajas de la inversión en bolsa

Efectivamente, invertir en bolsa también tiene desventajas. Veamos algunas de las más destacadas:

  • Posibilidad de pérdidas: si la cotización de tus acciones o fondos baja, puedes perder gran parte del dinero que hayas invertido. No obstante, esa pérdida solo se materializa si vendes tus activos.
  • Gastos y comisiones: la compra directa de acciones implica pagar comisiones de bróker, así como determinados cánones de bolsa. Los fondos de inversión también suelen aparejar determinados gastos de gestión, más o menos elevados según el tipo de fondo. En este sentido, los productos más económicos suelen ser los fondos y ETF indexados.
  • Volatilidad: los mercados bursátiles pueden experimentar subidas y bajadas relativamente bruscas y repentinas, especialmente en determinados valores. Para muchas personas, esto puede suponer un estrés excesivo, al ver oscilar el valor de su cartera de forma continua.
  • Conocimientos y dedicación: aunque, como decíamos, la inversión en bolsa es hoy más sencilla que nunca, aun así requiere algunos conocimientos y cierta dedicación (sobre todo si se invierte directamente en acciones).

De todos modos, estas desventajas pueden, en mayor o menor medida, paliarse con los conocimientos y actitud adecuados.

Cómo evitar errores al invertir en bolsa de valores

Si quieres disfrutar de las ventajas y mantener bajo control las desventajas de la inversión en bolsa de valores, ten en cuenta estos consejos:

  • Fórmate: conocer los aspectos básicos de la inversión en bolsa, sus riesgos asociados y los distintos productos y estrategias, es vital para evitar errores al invertir. Un curso de finanzas para no financieros puede ser un buen punto de partida.
  • Conoce tu perfil de riesgo: en función de tu edad, situación económica y familiar y preferencias personales, tendrás un perfil de riesgo determinado, que debería condicionar la estructura de tu cartera.
  • Invierte lo que no vayas a necesitar a corto o medio plazo: de lo contrario, podrías verte obligado a vender tus activos en un momento inoportuno, asumiendo pérdidas innecesarias. Entre otros consejos, suele mencionarse la necesidad de contar con un fondo de seguridad en efectivo o «colchón» para emergencias que cubra entre 6 y 12 meses de tus gastos normales.
  • Invierte en lo que conozcas: si no comprendes el funcionamiento del activo o producto financiero en el que inviertes, difícilmente podrás estar tranquilo con tu inversión o conseguir buenos resultados.
  • Diversifica: la diversificación es el pilar principal de cualquier cartera equilibrada. De este modo, deberías diversificar entre renta fija y renta variable y, además, en distintos:
    • Activos concretos.
    • Sectores.
    • Países o áreas geográficas.
    • Monedas
  • Domina el factor psicológico: sobre todo entre los principiantes, es bastante habitual deshacer la inversión en el peor momento, dejándose arrastrar por el pánico ante las bajadas de cotización. También pueden entrar en el mercado en las peores etapas del ciclo, influidos por el llamado FOMO (fear of missing out o «miedo a perderse algo»). Mantener la calma y ajustarse al plan es el mejor antídoto para alejarse del ruido de la bolsa.

Ahora que ya conoces más a fondo las ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores, seguro que podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir.

Sin duda, es un tipo de inversión que merece la pena conocer y utilizar.

Rubén Vizcaíno Pena

23 Ene. 2024

7 min

Mercado

Inversión Value vs. Growth

Sin duda, la inversión en bolsa de valores tiene ventajas y desventajas, como sucede con cualquier otra forma de invertir.

En este artículo analizamos ambas perspectivas, ofreciéndote además algunos consejos clave para aprovechar los aspectos positivos y reducir la incidencia de los negativos.

¿Qué es la inversión en bolsa de valores?

Como ya sabrás, invertir en bolsa consiste en adquirir activos de renta variable que cotizan en los mercados financieros (fundamentalmente, acciones) y cuyo precio de cotización varía según la oferta y la demanda que exista en cada momento.

Aunque esta definición básica prescinde de bastantes matices y casos particulares, puede servir para un primer acercamiento a este tipo de inversión.

Antiguamente, las operaciones en bolsa se ejecutaban directamente «in situ» o a través del teléfono. Basta recordar las imágenes clásicas del parquet de Wall Street, inmortalizadas por el cine, con todos los brókers gritando órdenes en una especie de caos organizado.

Hoy en día, todas las bolsas están 100% informatizadas y se puede operar de forma muy rápida y sencilla desde casa, ya sea a través del ordenador o con un simple teléfono móvil.

Cómo invertir en bolsa: tipos de activos

La inversión en bolsa de valores suele realizarse a través de un bróker o intermediario (por ejemplo, un banco), en el que se depositan fondos para luego realizar las operaciones de compra y venta que se deseen.

A la hora de invertir en bolsa, pueden adquirirse activos como los siguientes:

  • Acciones: son títulos que representan una parte del capital de determinada empresa o compañía. Esta es la forma más directa de invertir en bolsa, aunque no necesariamente la más recomendable para todas las personas.
  • Fondos de inversión: son vehículos de inversión colectiva que te permiten participar en una «cesta» o conjunto de acciones, sin adquirirlas directamente. Por tanto, tú compras determinadas participaciones en el fondo, que representan una parte proporcional de todas las inversiones realizadas por dicho fondo. Por ejemplo, si inviertes en un fondo indexado al S&P 500, estarías participando en las 500 empresas que componen ese índice.
  • ETF: estos fondos cotizados son similares a los anteriores, pero con la peculiaridad de que cotizan en bolsa y pueden comprarse y venderse de la misma forma que las acciones.
  • Productos derivados: se trata de activos que se referencian a otros activos subyacentes. Son productos de alto riesgo, no aptos para principiantes. Los futuros y las opciones son los dos ejemplos más conocidos en esta categoría.

Para un principiante, lo que más suele recomendarse es la inversión a través de fondos o ETF. De este modo, sin necesidad de contar con un gran capital, puede lograrse una cartera bien diversificada, sin necesidad de grandes conocimientos y a un coste (en comisiones y gastos) muy económico.

Ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores

A continuación, examinamos las principales ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores:

Ventajas de invertir en bolsa

Los aspectos más positivos de la inversión en bolsa son los siguientes:

  • Rentabilidad: aunque rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la renta variable ha generado rentabilidades muy atractivas a lo largo de muchas décadas. Así, por ejemplo, la rentabilidad media histórica del índice más importante de la bolsa estadounidense (S&P 500) se sitúa en torno al 9,81%.
  • Liquidez: la inversión en acciones puede convertirse en liquidez de forma casi inmediata. De este modo, si los mercados están abiertos e introducimos la orden a través de internet, la operación suele ejecutarse en cuestión de segundos. Otra cuestión es si es o no el momento idóneo para vender.
  • Accesibilidad: gracias a la proliferación de brókers online, los bajos costes y la mucha información disponible, la inversión en bolsa es bastante sencilla de entender y no requiere grandes sumas de dinero. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la compra de fondos de inversión o ETF, como decíamos.
  • Diversificación: si ya inviertes en otro tipo de productos (como depósitos, activos de renta fija, inmuebles, etc.), la inversión en bolsa te permite introducir una mayor diversificación en tu cartera.

Las ventajas de invertir en bolsa de valores son muchas y muy importantes, pero eso no puede hacernos olvidar los aspectos más negativos.

Desventajas de la inversión en bolsa

Efectivamente, invertir en bolsa también tiene desventajas. Veamos algunas de las más destacadas:

  • Posibilidad de pérdidas: si la cotización de tus acciones o fondos baja, puedes perder gran parte del dinero que hayas invertido. No obstante, esa pérdida solo se materializa si vendes tus activos.
  • Gastos y comisiones: la compra directa de acciones implica pagar comisiones de bróker, así como determinados cánones de bolsa. Los fondos de inversión también suelen aparejar determinados gastos de gestión, más o menos elevados según el tipo de fondo. En este sentido, los productos más económicos suelen ser los fondos y ETF indexados.
  • Volatilidad: los mercados bursátiles pueden experimentar subidas y bajadas relativamente bruscas y repentinas, especialmente en determinados valores. Para muchas personas, esto puede suponer un estrés excesivo, al ver oscilar el valor de su cartera de forma continua.
  • Conocimientos y dedicación: aunque, como decíamos, la inversión en bolsa es hoy más sencilla que nunca, aun así requiere algunos conocimientos y cierta dedicación (sobre todo si se invierte directamente en acciones).

De todos modos, estas desventajas pueden, en mayor o menor medida, paliarse con los conocimientos y actitud adecuados.

Cómo evitar errores al invertir en bolsa de valores

Si quieres disfrutar de las ventajas y mantener bajo control las desventajas de la inversión en bolsa de valores, ten en cuenta estos consejos:

  • Fórmate: conocer los aspectos básicos de la inversión en bolsa, sus riesgos asociados y los distintos productos y estrategias, es vital para evitar errores al invertir. Un curso de finanzas para no financieros puede ser un buen punto de partida.
  • Conoce tu perfil de riesgo: en función de tu edad, situación económica y familiar y preferencias personales, tendrás un perfil de riesgo determinado, que debería condicionar la estructura de tu cartera.
  • Invierte lo que no vayas a necesitar a corto o medio plazo: de lo contrario, podrías verte obligado a vender tus activos en un momento inoportuno, asumiendo pérdidas innecesarias. Entre otros consejos, suele mencionarse la necesidad de contar con un fondo de seguridad en efectivo o «colchón» para emergencias que cubra entre 6 y 12 meses de tus gastos normales.
  • Invierte en lo que conozcas: si no comprendes el funcionamiento del activo o producto financiero en el que inviertes, difícilmente podrás estar tranquilo con tu inversión o conseguir buenos resultados.
  • Diversifica: la diversificación es el pilar principal de cualquier cartera equilibrada. De este modo, deberías diversificar entre renta fija y renta variable y, además, en distintos:
    • Activos concretos.
    • Sectores.
    • Países o áreas geográficas.
    • Monedas
  • Domina el factor psicológico: sobre todo entre los principiantes, es bastante habitual deshacer la inversión en el peor momento, dejándose arrastrar por el pánico ante las bajadas de cotización. También pueden entrar en el mercado en las peores etapas del ciclo, influidos por el llamado FOMO (fear of missing out o «miedo a perderse algo»). Mantener la calma y ajustarse al plan es el mejor antídoto para alejarse del ruido de la bolsa.

Ahora que ya conoces más a fondo las ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores, seguro que podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir.

Sin duda, es un tipo de inversión que merece la pena conocer y utilizar.

Rubén Vizcaíno Pena

15 Ene. 2024

7 min

Economía

Mercado

Value Investing

¿Cuáles son los mejores fondos Value?

Sin duda, la inversión en bolsa de valores tiene ventajas y desventajas, como sucede con cualquier otra forma de invertir.

En este artículo analizamos ambas perspectivas, ofreciéndote además algunos consejos clave para aprovechar los aspectos positivos y reducir la incidencia de los negativos.

¿Qué es la inversión en bolsa de valores?

Como ya sabrás, invertir en bolsa consiste en adquirir activos de renta variable que cotizan en los mercados financieros (fundamentalmente, acciones) y cuyo precio de cotización varía según la oferta y la demanda que exista en cada momento.

Aunque esta definición básica prescinde de bastantes matices y casos particulares, puede servir para un primer acercamiento a este tipo de inversión.

Antiguamente, las operaciones en bolsa se ejecutaban directamente «in situ» o a través del teléfono. Basta recordar las imágenes clásicas del parquet de Wall Street, inmortalizadas por el cine, con todos los brókers gritando órdenes en una especie de caos organizado.

Hoy en día, todas las bolsas están 100% informatizadas y se puede operar de forma muy rápida y sencilla desde casa, ya sea a través del ordenador o con un simple teléfono móvil.

Cómo invertir en bolsa: tipos de activos

La inversión en bolsa de valores suele realizarse a través de un bróker o intermediario (por ejemplo, un banco), en el que se depositan fondos para luego realizar las operaciones de compra y venta que se deseen.

A la hora de invertir en bolsa, pueden adquirirse activos como los siguientes:

  • Acciones: son títulos que representan una parte del capital de determinada empresa o compañía. Esta es la forma más directa de invertir en bolsa, aunque no necesariamente la más recomendable para todas las personas.
  • Fondos de inversión: son vehículos de inversión colectiva que te permiten participar en una «cesta» o conjunto de acciones, sin adquirirlas directamente. Por tanto, tú compras determinadas participaciones en el fondo, que representan una parte proporcional de todas las inversiones realizadas por dicho fondo. Por ejemplo, si inviertes en un fondo indexado al S&P 500, estarías participando en las 500 empresas que componen ese índice.
  • ETF: estos fondos cotizados son similares a los anteriores, pero con la peculiaridad de que cotizan en bolsa y pueden comprarse y venderse de la misma forma que las acciones.
  • Productos derivados: se trata de activos que se referencian a otros activos subyacentes. Son productos de alto riesgo, no aptos para principiantes. Los futuros y las opciones son los dos ejemplos más conocidos en esta categoría.

Para un principiante, lo que más suele recomendarse es la inversión a través de fondos o ETF. De este modo, sin necesidad de contar con un gran capital, puede lograrse una cartera bien diversificada, sin necesidad de grandes conocimientos y a un coste (en comisiones y gastos) muy económico.

Ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores

A continuación, examinamos las principales ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores:

Ventajas de invertir en bolsa

Los aspectos más positivos de la inversión en bolsa son los siguientes:

  • Rentabilidad: aunque rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la renta variable ha generado rentabilidades muy atractivas a lo largo de muchas décadas. Así, por ejemplo, la rentabilidad media histórica del índice más importante de la bolsa estadounidense (S&P 500) se sitúa en torno al 9,81%.
  • Liquidez: la inversión en acciones puede convertirse en liquidez de forma casi inmediata. De este modo, si los mercados están abiertos e introducimos la orden a través de internet, la operación suele ejecutarse en cuestión de segundos. Otra cuestión es si es o no el momento idóneo para vender.
  • Accesibilidad: gracias a la proliferación de brókers online, los bajos costes y la mucha información disponible, la inversión en bolsa es bastante sencilla de entender y no requiere grandes sumas de dinero. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la compra de fondos de inversión o ETF, como decíamos.
  • Diversificación: si ya inviertes en otro tipo de productos (como depósitos, activos de renta fija, inmuebles, etc.), la inversión en bolsa te permite introducir una mayor diversificación en tu cartera.

Las ventajas de invertir en bolsa de valores son muchas y muy importantes, pero eso no puede hacernos olvidar los aspectos más negativos.

Desventajas de la inversión en bolsa

Efectivamente, invertir en bolsa también tiene desventajas. Veamos algunas de las más destacadas:

  • Posibilidad de pérdidas: si la cotización de tus acciones o fondos baja, puedes perder gran parte del dinero que hayas invertido. No obstante, esa pérdida solo se materializa si vendes tus activos.
  • Gastos y comisiones: la compra directa de acciones implica pagar comisiones de bróker, así como determinados cánones de bolsa. Los fondos de inversión también suelen aparejar determinados gastos de gestión, más o menos elevados según el tipo de fondo. En este sentido, los productos más económicos suelen ser los fondos y ETF indexados.
  • Volatilidad: los mercados bursátiles pueden experimentar subidas y bajadas relativamente bruscas y repentinas, especialmente en determinados valores. Para muchas personas, esto puede suponer un estrés excesivo, al ver oscilar el valor de su cartera de forma continua.
  • Conocimientos y dedicación: aunque, como decíamos, la inversión en bolsa es hoy más sencilla que nunca, aun así requiere algunos conocimientos y cierta dedicación (sobre todo si se invierte directamente en acciones).

De todos modos, estas desventajas pueden, en mayor o menor medida, paliarse con los conocimientos y actitud adecuados.

Cómo evitar errores al invertir en bolsa de valores

Si quieres disfrutar de las ventajas y mantener bajo control las desventajas de la inversión en bolsa de valores, ten en cuenta estos consejos:

  • Fórmate: conocer los aspectos básicos de la inversión en bolsa, sus riesgos asociados y los distintos productos y estrategias, es vital para evitar errores al invertir. Un curso de finanzas para no financieros puede ser un buen punto de partida.
  • Conoce tu perfil de riesgo: en función de tu edad, situación económica y familiar y preferencias personales, tendrás un perfil de riesgo determinado, que debería condicionar la estructura de tu cartera.
  • Invierte lo que no vayas a necesitar a corto o medio plazo: de lo contrario, podrías verte obligado a vender tus activos en un momento inoportuno, asumiendo pérdidas innecesarias. Entre otros consejos, suele mencionarse la necesidad de contar con un fondo de seguridad en efectivo o «colchón» para emergencias que cubra entre 6 y 12 meses de tus gastos normales.
  • Invierte en lo que conozcas: si no comprendes el funcionamiento del activo o producto financiero en el que inviertes, difícilmente podrás estar tranquilo con tu inversión o conseguir buenos resultados.
  • Diversifica: la diversificación es el pilar principal de cualquier cartera equilibrada. De este modo, deberías diversificar entre renta fija y renta variable y, además, en distintos:
    • Activos concretos.
    • Sectores.
    • Países o áreas geográficas.
    • Monedas
  • Domina el factor psicológico: sobre todo entre los principiantes, es bastante habitual deshacer la inversión en el peor momento, dejándose arrastrar por el pánico ante las bajadas de cotización. También pueden entrar en el mercado en las peores etapas del ciclo, influidos por el llamado FOMO (fear of missing out o «miedo a perderse algo»). Mantener la calma y ajustarse al plan es el mejor antídoto para alejarse del ruido de la bolsa.

Ahora que ya conoces más a fondo las ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores, seguro que podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir.

Sin duda, es un tipo de inversión que merece la pena conocer y utilizar.

Rubén Vizcaíno Pena

2 Ene. 2024

7 min

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