Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
27 Feb. 2024
7 min
Economía
En este artículo analizamos el funcionamiento del sistema bancario español, repasando el papel de sus principales integrantes y las tareas que a cada uno corresponden.
Como podrás ver, a pesar de ciertas peculiaridades, se trata de un sistema plenamente integrado en el ecosistema financiero europeo, estando sometido a la normativa y supervisión de las autoridades e instituciones de la Unión Europea.
Podemos definir el sistema bancario español (o sistema financiero) como el conjunto de instituciones, intermediarios, mercados e instrumentos financieros españoles cuyos objetivos son:
Como puedes ver, se trata de un sistema fundamental para el funcionamiento de cualquier economía desarrollada. Sin sistema bancario o financiero, es muy difícil el desarrollo económico del país.
El sistema financiero o sistema bancario español está integrado por un conjunto de entidades o instituciones de naturaleza muy diversa.
Algunas de las más importantes son las siguientes:
El Banco de España (BdE) es el banco central de nuestro país, actuando como supervisor de todo el sistema bancario español.
No obstante, desde la integración de España en la denominada «Zona Euro», algunas de sus funciones han sido asumidas por el Banco Central Europeo (BCE).
De entre las muchas tareas del BdE, podemos destacar las siguientes:
Los principales tipos de entidades de crédito que operan en España son los siguientes:
El principal objetivo de los bancos es la captación de fondos reembolsables del público, en forma de depósito, préstamo, cesión temporal de activos financieros u otras análogas.
No obstante, también existe una entidad de crédito de titularidad pública, el ICO (Instituto de Crédito Oficial), que presta financiación en casos de catástrofes naturales y similares.
Las Cajas de Ahorro, aunque comparten la actividad de los bancos, tienen también una finalidad social, a la que deben destinar parte de sus beneficios. En la actualidad, prácticamente han desaparecido del sistema bancario español.
Por su parte las Cooperativas de Crédito se distinguen por su forma social de cooperativa.
Aunque, por razones de espacio, no entraremos a analizarlos, sí podemos mencionar los tipos más importantes:
Las IIC tienen por objeto la captación de fondos, bienes o derechos del público para gestionarlos e invertirlos en bienes, derechos, valores u otros instrumentos, financieros o no, siempre que el rendimiento del inversor se establezca en función de los resultados colectivos.
Aquí se encuadrarían las Sociedades de Inversión (por ejemplo, las SICAV o las SOCIMI) y los Fondos de Inversión (tanto cotizados como no cotizados). La principal diferencia entre ambos es que las Sociedades tienen personalidad jurídica, mientras que los Fondos no la tienen.
La supervisión de las IIC le corresponde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Las Empresas de Servicios de Inversión (ESI) son empresas cuya actividad principal consiste en prestar servicios de inversión a terceros, con carácter profesional, sobre instrumentos financieros sujetos a la normativa del mercado de valores.
En el sistema financiero español, existen cuatro tipos de Empresas de Servicios de Inversión:
Pueden ser de dos tipos:
Pueden adoptar distintas formas jurídicas, tales como sociedades anónimas, mutuas, mutualidades de previsión social, etc.
Estas entidades son supervisadas por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Como ya sabrás, se trata de sistemas de ahorro y capitalización que tienen como objetivo proporcionar una pensión a partir del momento de la jubilación.
Las aportaciones a fondos de pensiones disfrutan de ciertas ventajas fiscales en España.
Se trata de entidades que transforman derechos de crédito en valores de renta fija homogéneos y estandarizados.
Estos títulos pueden luego negociarse en los mercados de valores y ser adquiridos por parte de los inversores.
En el sistema bancario español o, más propiamente, en el sistema financiero, existen tres grandes tipos de mercados:
El mercado de valores es un lugar en el que se pueden negociar diversos tipos de instrumentos financieros, como, por ejemplo, acciones.
La supervisión e inspección de los mercados de valores le corresponde, en nuestro país, a la mencionada CNMV.
En España, tenemos tres grandes tipos de mercados de valores:
El mercado crediticio español está conformado por los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito, como ya hemos visto.
Finalmente, en este mercado se mueven tres grandes tipos de activos:
Como has podido ver, el sistema bancario español es relativamente complejo y en él concurre una gran diversidad de instituciones y entidades, tanto públicas como privadas. Si quieres saber más sobre este asunto échale un ojo a nuestro Curso de finanzas para no financieros y a nuestro Máster en Value Investing y Mercados Financieros.
En un punto destacado, se encuentra el Banco de España como entidad supervisora, aunque con un papel menos protagonista desde la entrada en funcionamiento de la unidad monetaria europea.
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