Desde luego, intentar hacer una previsión de los fondos de inversión para tratar de anticiparse a su comportamiento futuro, no es tarea fácil.
Sin embargo, continuamente se publican estudios de este tipo que, a menudo, influyen en las decisiones de inversión de muchas personas.
En este artículo, veremos qué factores se tienen en cuenta para elaborar estos análisis, si pueden ser realmente fiables y qué predicciones concretas se están realizando a día de hoy.
Cuando hablamos de previsión de fondos de inversión, solemos referirnos a cualquier tipo de análisis, estudio o proyección que trata de anticipar tendencias futuras en el comportamiento de estos vehículos de inversión colectiva.
Este tipo de análisis son más frecuentes hacia el último trimestre del año y en el mes de enero del ejercicio siguiente, ya que es cuando muchos inversores revisan su estrategia y realizan ajustes de cara a los próximos meses.
Es frecuente que este tipo de previsión de los distintos fondos de inversión se realice por parte de entidades como las siguientes:
En muchas ocasiones, puede existir algún tipo de sesgo o interés comercial en este tipo de análisis, por lo que siempre es importante saber quién elabora el estudio y de qué premisas se parte.
A la luz de lo que acabamos de mencionar, habría que tomar con mucha precaución cualquier análisis o predicción que provenga de una entidad que tenga intereses comerciales en el asunto.
Pero, además, no podemos olvidar que realizar este tipo de previsiones siempre es difícil y el nivel de fiabilidad va a ser muy variable, ya que:
Por tanto, aunque es interesante estudiar este tipo de predicciones y pueden orientarnos, en cierta medida, para desarrollar una estrategia de inversión, no deberíamos tomarlas como la verdad absoluta ni por una realidad inmutable que condicione todas nuestras decisiones.
De forma resumida, estos son algunos de los factores más importantes que suelen condicionar el comportamiento de los mercados y que, por tanto, suelen tenerse muy en cuenta cuando se elabora una previsión de fondos de inversión:
Por supuesto, puede haber muchos más factores que confluyan en la realización de este tipo de análisis, pero estos son algunos de los más importantes.
Con todas las precauciones y limitaciones que hemos mencionado anteriormente, veamos algunas de las tendencias o previsiones que se están realizando en el sector de los fondos de inversión a día de hoy:
Cada vez tenemos una mayor oferta de fondos de inversión tematizados, sobre todo en el sector tecnológico, que tratan de aprovechar el éxito de diferentes innovaciones.
Indudablemente, uno de los sectores más de moda es el de la Inteligencia Artificial, lo que ha llevado al surgimiento de numerosos fondos y ETFs que invierten en empresas de este ámbito.
Otros sectores con mucho «tirón» en 2025 son los de la robótica, automatización, transición energética, FinTech, biotecnología, informática cuántica, etc.
En este segmento, podríamos agrupar una gran variedad de fondos de inversión que han ido ganando popularidad en los últimos meses, y que invierten en activos que se podrían calificar como «alternativos».
Así, por ejemplo, tendríamos fondos especializados en:
Los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) han generado un gran interés en la industria de fondos de inversión, con previsiones de gran crecimiento para los próximos años.
De todos modos, no está claro que ese interés mediático, académico o corporativo se traslade en la misma proporción a los inversores particulares, que todavía dan mayor peso a otras cuestiones (como la rentabilidad).
Aunque estos productos indexados ya llevan bastante años siendo muy demandados, y quizás haya disminuido algo el interés, siguen manteniendo su atractivo para un gran conjunto de inversores.
Al final, siguen siendo instrumentos que permiten conseguir una gran diversificación de forma muy sencilla y económica.
Si se invierte a largo plazo y se tiene confianza en el modelo económico vigente, pueden continuar funcionando como una opción interesante para la mayoría de personas.
En definitiva, realizar una previsión de los fondos de inversión siempre resulta complicado, por mucha información y medios que se manejen.
En este sentido, es recomendable abordar este tipo de estimaciones con bastante precaución y no tomar decisiones de inversión precipitadas.
Rubén Vizcaíno Pena
12 May. 2025
8 min
Sin categoría
Blogs económicos: ¡te mostramos los mejores!
Desde luego, seleccionar los mejores blogs económicos no es tarea fácil. Existen centenares de publicaciones de calidad, con temáticas, enfoques y objetivos muy distintos.
De todos modos, en este artículo trataremos de quedarnos con algunos de los más interesantes, tanto en español como en inglés, avalados por su trayectoria y por la demostrada calidad de sus contenidos.
Sigue leyendo para saber cuáles son nuestros preferidos.
Para realizar esta selección de los mejores blogs económicos, nos hemos fijado en aspectos como los siguientes:
Por supuesto, además de todo esto, también es inevitable tener en cuenta preferencias personales a la hora de hacer esta selección. Por tanto, te animamos a explorar estas y otras publicaciones para encontrar las que más te gusten.
En el ámbito de habla hispana, estos son los blogs económicos que nos parecen más interesantes a día de hoy:
El blog salmón es uno de los blogs económicos que cuentan con una trayectoria más amplia y sólida dentro de la blogosfera hispana.
Fundado por Javier J. Navarro, actualmente dispone de muchos otros redactores, para mantener un ritmo de publicaciones acorde con la evolución de la actualidad económica.
Este blog económico está íntegramente escrito por el economista, profesor universitario y escritor José Carlos Díez.
Aunque hay una cierta diversidad de temas, dedica mucha atención a cuestiones de política económica, analizando las propuestas y medidas de los diferentes partidos o gobiernos.
En el blog de Nada es gratis encontrarás una gran diversidad de temas, no solo estrictamente económicos o de finanzas.
Así, puedes leer interesantes análisis sobre demografía, política, sociedad, psicología, etc.
En cualquier caso, la calidad media suele ser muy alta, con artículos redactados por profesores universitarios y otros expertos. De hecho, sus autores son mayoritariamente doctores o profesores de Economía en universidades de todo el mundo.
El blog de FUNCAS (centro de análisis de las cajas de ahorros españolas) es otro de los blogs económicos y financieros que merece más de una lectura, gracias a un ritmo de publicaciones muy regular y a una nómina de autores de prestigio (catedráticos y profesores universitarios, periodistas especializados, etc.).
Más que un blog en concreto, englobamos aquí todos los blogs económicos que se alojan en el portal de Rankia, una de las páginas de referencia sobre finanzas en español.
Aquí puedes encontrar publicaciones que llevan muchos años de trayectoria, con gran diversidad de enfoques: desde bitácoras más personales que comparten sus carteras de inversión, hasta artículos sobre diversos temas económicos tratados en profundidad.
Si nos pasamos al ámbito de blogs económicos escritos en inglés, la oferta se multiplica exponencialmente, haciendo todavía más difícil la elección.
Estos son algunos de nuestros favoritos:
El premio Nobel de Economía Paul Krugman escribe regularmente una columna en el New York Times (también puede leerse en español en El País). Aunque no sea exactamente un blog, puede considerarse de la misma manera.
Además, Krugman cuenta con una newsletter a través de la que envía regularmente artículos de divulgación y opinión económica. Sin duda, es una de las voces más autorizadas en el ámbito económico, que vale la pena leer.
Este blog de estética clásica está íntegramente escrito por Greg Mankiw, profesor de Economía de la prestigiosa Universidad de Harvard.
En activo desde 2006 y con publicaciones regulares todavía a día de hoy, es uno de los blogs personales más longevos dentro del ámbito económico – financiero.
Mainly Macro es el blog económico de Simon Wren-Lewis, profesor emérito de la Universidad de Oxford.
Otro blog de aspecto clásico, con artículos de calidad y, a diferencia de otras publicaciones de este tipo, con una extensión y profundidad bastante amplias.
Marginal Revolution lleva años ocupando los primeros puestos en cuanto a número de lectores, dentro de los blogs económicos escritos en inglés.
Redactado por los profesores de Economía Tyler Cowen y Alex Tabarrok, sorprende por la cantidad y calidad de sus contenidos, con publicaciones diarias desde el año 2003.
LSE Business Review es uno de los blogs auspiciados por la prestigiosa London School of Economics.
Sus artículos suelen tratar dos áreas temáticas principales: economía y finanzas y carrera profesional. En general, son de fácil lectura y no suelen entrar en grandes profundidades técnicas, al dirigirse a un público no necesariamente experto en la materia.
Naked Capitalism es un blog económico que tiene un enfoque menos académico y más desenfadado que los anteriores.
Sin embargo, esa apariencia menos seria oculta unos artículos que entran en profundidad en temas de política económica, con una capacidad de análisis muy destacable.
El blog de JL Collins es un clásico en el ámbito de las finanzas personales y la inversión.
Dedica la mayoría de artículos a enseñar cómo invertir de forma sencilla y barata, fundamentalmente a través de fondos indexados.
Su serie de artículos sobre acciones (stock series) reúnen valiosísimos consejos para cualquier persona que quiera empezar a invertir desde cero y sin complicarse la vida.
Para los interesados en la Escuela de Economía Austríaca, la web del Instituto Mises puede ser una fuente de lectura interesante, con artículos sobre diversos temas de actualidad y teoría económica.
Como ya sabrás, Mises fue uno de los principales economistas de la Escuela Austríaca, y todo el blog está impregnado de sus ideas fundamentales.
A diferencia de las páginas de noticias económicas y otros medios tradicionales, los blogs nos ofrecen algunas características únicas, que los hacen especialmente interesantes:
En definitiva, ahora que ya conoces nuestra selección de los mejores blogs económicos, tanto en español como en inglés, seguro que tienes material para muchas horas de lectura, formación e información.
¿Cuáles son tus preferidos?
Rubén Vizcaíno Pena
5 May. 2025
8 min
Sin categoría
¿Qué son los Credit Default Swaps?
En este artículo veremos qué son los Credit Default Swaps (CDS) y cómo funcionan, cuáles son sus ventajas y desventajas y por qué pueden llegar a ser un producto muy peligroso, tal y como quedó demostrado en la crisis financiera de 2008.
En esencia, los Credit Default Swaps o CDS son instrumentos financieros derivados que se utilizan como una forma de seguro contra el riesgo de impago de una deuda.
Estos contratos pueden cumplir varias finalidades:
De este modo, los CDS han sido protagonistas en diversas crisis financieras y continúan desempeñando un papel clave en los mercados de deuda. Además, como cualquier otro derivado financiero, los Credit Default Swaps son productos de alto riesgo, solo aptos para inversores experimentados.
Aunque la denominación de Credit Default Swap es la única que se utiliza en la práctica financiera, en español podríamos traducirlo como «permuta de incumplimiento crediticio».
El CDS o Credit Default Swap es un contrato entre dos partes: un inversor o comprador de protección y un vendedor de dicha protección. Y es que, en esencia, su funcionamiento es similar al de una póliza de seguro, aunque con algunas diferencias sustanciales.
Básicamente, este sería el esquema de funcionamiento de los Credit Default Swaps:
De este modo, en el caso de que se produzca el evento en cuestión, el vendedor tendrá que pagar la cantidad acordada al comprador.
Aunque los primeros Credit Default Swaps surgieron a inicios de la década de 1990, su configuración actual se debe a la economista Blythe Masters y a J.P. Morgan, que los introdujeron en el año 1994.
A finales de esa década, los CDS ya estaban extendidos a nivel global y eran de uso generalizado.
Entre 2000 y 2007, estos contratos experimentan su mayor auge, hasta llegar a la crisis financiera de 2008. El colapso de Lehman Brothers y la debacle de AIG ponen de manifiesto los enormes riesgos de los CDS, principalmente debido a la escasa regulación y transparencia en su negociación.
De este modo, una vez superada la crisis, se implementaron ciertas regulaciones para tratar de aumentar la transparencia y reducir el riesgo sistémico, incluyendo la compensación centralizada de algunos CDS y la supervisión por parte de organismos como la SEC en Estados Unidos.
Principalmente, los Credit Default Swaps se pueden utilizar para tres finalidades distintas: cobertura, arbitraje e inversión.
Veamos en qué consiste cada uno de estos casos:
En esta primera situación, los Credit Default Swaps servirían para cubrir el riesgo que conlleva una determinada deuda.
Esto podría aplicarse tanto a un crédito bancario como a bonos, por ejemplo.
De este modo, si el deudor no paga o si se produce una quiebra, el acreedor que ha contratado el CDS recibirá el importe acordado (que será pagado por el vendedor del Swap).
En términos generales, el arbitraje es un tipo de estrategia que se basa en invertir en dos productos correlacionados, tratando de aprovechar las discrepancias que puedan darse en sus precios o cotizaciones.
En el caso de los Credit Default Swaps, si la situación de una empresa mejora (y sube su cotización), lo lógico es que la prima de sus CDS disminuya (ya que se entiende que tiene menos riesgo).
De este modo, a veces podrían encontrarse ciertas discrepancias en los precios (originadas por ineficiencias del mercado), de modo que la correlación entre la cotización de las acciones y sus CDS no haya variado en la misma proporción.
Finalmente, se puede invertir en Credit Default Swaps de forma especulativa, igual que lo haríamos con otros derivados como los futuros o las opciones.
En este sentido, se puede especular con futuras variaciones de las primas de los CDS, operando en corto o en largo a través de cualquier bróker que comercialice este tipo de productos.
Evidentemente, se trata de un producto financiero muy arriesgado, solo apto para inversores con los suficientes conocimientos y experiencia.
Como cualquier otro instrumento financiero, los Credit Default Swaps ofrecen varias ventajas, pero también suponen riesgos significativos:
Como aspectos más positivos de los CDS, podemos destacar los siguientes:
Como riesgos principales del uso de Credit Default Swaps, podemos mencionar los siguientes:
En definitiva, los Credit Default Swaps son instrumentos financieros complejos que ofrecen protección contra el riesgo de impago, pero que también conllevan riesgos sustanciales, especialmente si los utilizan inversores poco experimentados y de forma puramente especulativa.
Rubén Vizcaíno Pena
18 Abr. 2025
8 min
Sin categoría
¿Qué es la teoría de la motivación de Maslow?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
11 Abr. 2025
8 min
Finanzas
¿Cuáles son las principales inversiones financieras a corto plazo?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
16 Ene. 2024
8 min
Finanzas
¿En qué invertir antes de una crisis?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
15 Ene. 2024
8 min
Mercado
Inversión Value vs. Growth
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
15 Ene. 2024
8 min
Finanzas
Ejecución presupuestaria: ¿en qué consiste?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
11 Ene. 2024
8 min
Finanzas
¿Qué es el presupuesto de tesorería?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
10 Ene. 2024
8 min
Finanzas
¿Qué es la administración presupuestaria?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
9 Ene. 2024
8 min
Curso Finanzas
¿Cuáles son los mejores libros de finanzas para no financieros?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
4 Ene. 2024
8 min
Curso Finanzas
¿Qué son las finanzas para no financieros?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
3 Ene. 2024
8 min
Economía
Mercado
Value Investing
¿Cuáles son los mejores fondos Value?
En este artículo analizaremos en detalle qué es la teoría de la motivación de Maslow y cómo ha influido a lo largo de los años en nuestra concepción de las necesidades y motivaciones de los individuos y grupos.
Además, veremos cuál es la jerarquía que establece en su famosa pirámide y qué implicaciones prácticas puede tener en ámbitos como la economía, el mercado de trabajo, los negocios, el marketing y la gestión de recursos humanos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, en su obra «Una teoría sobre la motivación humana» (1943), desarrolló esta revolucionaria teoría de la motivación, cambiando para siempre la forma en la que entendemos las necesidades y motivaciones del ser humano.
En esencia, la teoría de la motivación de Maslow sostiene que las personas poseen una serie de necesidades organizadas jerárquicamente, desde las más básicas hasta las más complejas.
Según este autor, las personas buscan, en primer lugar, satisfacer necesidades elementales, antes de aspirar a otras más elevadas, como pueden ser el reconocimiento o la autorrealización.
Esta jerarquía de necesidades suele representarse habitualmente en forma de pirámide, de ahí que se haya hecho tan famosa la llamada «Pirámide de Maslow».
De este modo, las necesidades más esenciales se sitúan en la base de esa pirámide. A medida que las personas satisfacen un cierto nivel de necesidades, ascienden en dicha pirámide hacia necesidades de jerarquía superior.
Así lo expresa Maslow:
«Las necesidades humanas se organizan en jerarquías según su prioridad. Es decir, la aparición de una necesidad normalmente depende de que antes se haya satisfecho otra necesidad más prioritaria. El ser humano es un animal que desea perpetuamente. Además, ninguna necesidad o impulso puede considerarse de forma aislada o independiente; cada impulso está relacionado con el estado de satisfacción o insatisfacción de otros impulsos» (fuente).
La jerarquía propuesta por Maslow en su teoría de la motivación se divide en cinco niveles principales:
Efectivamente, en la base de la pirámide de Maslow, nos encontramos con las necesidades fisiológicas básicas, que son esenciales para la supervivencia humana.
Por tanto, aquí se incluyen cuestiones como las siguientes:
Obviamente, estas necesidades tienen prioridad sobre cualquier otra. Por ejemplo, una persona que pasa hambre, difícilmente podrá motivarse por objetivos laborales o personales.
En la teoría de motivación de Maslow, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas, aparecen las necesidades de seguridad y protección.
Así, aquí se incluyen aspectos como los siguientes:
De este modo, las cuestiones económicas, de salud financiera y seguridad física son de vital importancia dentro de la motivación de los individuos, una vez cubiertas las necesidades fisiológicas básicas.
Por tanto, aspectos como el empleo o la vivienda se revelan como esenciales para el bienestar humano.
En el tercer escalón de la Pirámide de motivación de Maslow, nos encontramos con todo lo relativo a las necesidades sociales y de afecto.
Así, entre otras cuestiones, se manifiestan en aspectos como los siguientes:
Esto se aplica tanto a la vida personal y familiar, como a las relaciones laborales. Así, por ejemplo, es muy importante la integración dentro de un equipo de trabajo, el reconocimiento por parte de superiores y compañeros, etc.
Aunque, en este aspecto, podemos ya estar en un escalón intermedio entre el tercer y cuarto escalón, como ahora veremos.
Efectivamente, en el cuarto escalón, la teoría de la motivación de Maslow sitúa todas las necesidades relacionadas con la autoestima y el reconocimiento por parte de los demás.
Así, entre ellas, están:
En la práctica profesional, estas necesidades se relacionan a menudo con los ascensos laborales, la consecución de prestigio profesional y financiero y la búsqueda de un cierto estatus social.
De acuerdo con la teoría de la motivación de Maslow, en la cúspide de la pirámide se encuentran las necesidades de autorrealización, que comprenden los siguientes aspectos:
Esta etapa, según Maslow, es la más difícil de alcanzar y la más gratificante, porque refleja el pleno potencial humano y su máximo desarrollo.
Según este autor, algunas de las personas célebres que han alcanzado este último nivel de la pirámide, serían: Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Eleanor Roosevelt, etc.
Lejos de ser un simple estudio académico, la teoría de la motivación de Maslow está directamente conectada con la realidad, especialmente en todo lo relacionado con la economía y finanzas.
De este modo, podemos encontrarla en ámbitos como los siguientes:
Desde la perspectiva de Maslow, cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad sería el primer paso en una buena planificación financiera.
En este sentido, antes de invertir, es recomendable contar con un fondo de emergencia y una fuente de ingresos estable.
Cuando nos encontramos en los escalones más bajos de la pirámide, las escasas inversiones que podemos afrontar tienden a colocarse en activos de bajo riesgo.
Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de Maslow, podemos empezar a diversificar nuestra inversión en más categorías de activos, y también asumir un mayor nivel de riesgo.
De todos modos, esto también vendrá condicionado por el perfil de tolerancia al riesgo de cada individuo.
Los expertos en publicidad y ventas conocen bien la teoría de la motivación de Maslow, apelando a niveles concretos de su pirámide.
Así, por ejemplo, tenemos casos como los siguientes:
Entender dónde se encuentra el cliente objetivo en la pirámide, permite que las empresas creen estrategias de marketing más efectivas.
En la gestión empresarial, la teoría de Maslow ayuda a identificar qué motiva a los empleados.
De este modo, alguien que tenga las necesidades básicas cubiertas buscará reconocimiento y crecimiento profesional.
Si la compañía ofrece oportunidades claras de promoción profesional, ascenso y reconocimiento, podrá mejorar significativamente la motivación y productividad de sus trabajadores.
Aunque la teoría de la motivación de Maslow sigue siendo plenamente aceptada y utilizada hoy en día, no está exenta de algunas críticas y matizaciones.
Así, por ejemplo:
En cualquier caso, y pese a las críticas, está claro que la teoría de motivación de Maslow nos ofrece un marco realmente útil para entender las prioridades y motivaciones humanas.
En ámbitos tan variados como las finanzas, la gestión de recursos humanos, la psicología o la publicidad, estas ideas se utilizan constantemente para la toma de decisiones más inteligentes y estratégicas.
Rubén Vizcaíno Pena
2 Ene. 2024
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