Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
24 Jun. 2024
8 min
Finanzas
En este artículo descubrirás qué son las opciones financieras, qué tipos existen y cómo puedes utilizarlas dentro de tu estrategia de inversión.
Como cualquier producto derivado, las opciones pueden implicar un riesgo elevado. Sin embargo, con un uso inteligente, podrían ser una magnífica forma de conseguir un extra de rentabilidad sin grandes complicaciones.
Sigue leyendo para conocer todos los detalles.
Las opciones son instrumentos financieros derivados, que otorgan a su titular el derecho (no la obligación) a comprar o vender un determinado activo en una fecha predeterminada y a un precio cierto, fijado de antemano.
Bien utilizadas, las opciones pueden complementar diferentes estrategias de inversión orientadas al medio o largo plazo, como luego veremos.
Sin embargo, su riesgo potencial también puede ser muy alto, si no se conoce su funcionamiento en profundidad.
De la definición que acabamos de ver, podemos deducir los principales elementos que están presentes en cualquier opción financiera:
Además, hay que tener en cuenta que las opciones pueden ser de dos tipos, como ahora veremos.
Efectivamente, las opciones financieras pueden ser de dos tipos:
Las opciones call son aquellas en las que el comprador adquiere el derecho (no la obligación) a comprar el activo subyacente en la fecha que se determine y al precio acordado.
Por tanto, la persona que adquiere una opción call suele hacerlo porque tiene expectativas de que el subyacente suba de valor. Por ejemplo, en el caso de las acciones, cree que su cotización será más alta que el precio fijado en el contrato, cuando llegue la fecha de strike o de ejercicio de la opción.
De este modo, al llegar esa fecha, pueden darse dos situaciones:
En cualquier caso, el titular tiene la posibilidad de revender la opción en el mercado en cualquier momento anterior a la fecha de vencimiento.
Las opciones put o de venta son aquellas en las que el adquirente de la opción tiene el derecho (aunque no la obligación) de vender el subyacente al precio fijado, en la fecha de vencimiento.
Paralelamente, la contraparte (el vendedor de la opción put) asume esa obligación de comprar el subyacente al precio acordado, en la fecha de strike.
De este modo, quien compra una opción put tendrá expectativas bajistas, ya que pretende asegurarse un precio de venta que debería ser superior a aquel al que cotice el subyacente en el momento del vencimiento acordado.
Al igual que en el caso anterior, si el precio fuese superior, no ejercerá la opción y, simplemente, perderá la prima pagada en el momento de adquirir la opción.
Hay que mencionar que los términos por los que se denominan las opciones (call o put) podrían resultarte confusos si no tienes presente que, en ambos casos, existe una parte compradora y otra vendedora. Por tanto, puedes:
Estas denominaciones, en relación con las tipologías de opciones, hacen referencia a lo siguiente:
Ten en cuenta que esta denominación no hace referencia a la nacionalidad de las compañías cuyas acciones se negocian o a los mercados financieros en los que se adquieren.
Así, por ejemplo, en España, las opciones negociadas en el MEFF (mercado de futuros y opciones) cuyo subyacente sean acciones, funcionan como las de tipo americano, mientras que las referenciadas al índice IBEX-35 son de tipo europeo.
Al igual que sucede con otros productos derivados, las opciones llevan asociado un riesgo que puede ser considerable en determinados casos.
De ahí que la gestión de riesgos sea una cuestión fundamental que debe tener muy en cuenta cualquier persona que quiera invertir a través de opciones.
En mercados o etapas de alta volatilidad, donde las cotizaciones experimentan cambios de gran amplitud y rapidez, los potenciales riesgos se incrementan (aunque también los beneficios que se pueden obtener con la negociación de opciones financieras).
Dentro de todas las posibilidades de negociación, hay ciertos casos en los que las eventuales pérdidas podrían ser ilimitadas. Así, mientras que el comprador de opciones solo asume la pérdida máxima de la prima pagada, el vendedor puede llegar a asumir pérdidas ilimitadas en dos supuestos:
Por tanto, si eres un inversor poco experimentado, es importante que te formes en profundidad y únicamente realices operaciones de riesgo limitado.
Aunque esto no sea una recomendación de inversión, es posible utilizar las opciones financieras como complemento de una estrategia value sin asumir riesgos excesivos en la mayoría de ocasiones.
De este modo, una posibilidad interesante sería la siguiente:
Si te interesase comprar acciones de una determinada empresa de calidad, para incorporar a tu cartera a largo plazo, podrías vender una opción put, cobrando en ese momento la prima correspondiente.
En la fecha de vencimiento, pueden suceder dos cosas:
Ahora que ya sabes qué son las opciones financieras call y put, ¿te plantearías incorporarlas a tu estrategia?
Si tienes claros los riesgos y haces un seguimiento exhaustivo de tu cartera, podrías llegar a conseguir buenas rentabilidades.
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