Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
18 Abr. 2025
8 min
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En este artículo veremos qué son los Credit Default Swaps (CDS) y cómo funcionan, cuáles son sus ventajas y desventajas y por qué pueden llegar a ser un producto muy peligroso, tal y como quedó demostrado en la crisis financiera de 2008.
En esencia, los Credit Default Swaps o CDS son instrumentos financieros derivados que se utilizan como una forma de seguro contra el riesgo de impago de una deuda.
Estos contratos pueden cumplir varias finalidades:
De este modo, los CDS han sido protagonistas en diversas crisis financieras y continúan desempeñando un papel clave en los mercados de deuda. Además, como cualquier otro derivado financiero, los Credit Default Swaps son productos de alto riesgo, solo aptos para inversores experimentados.
Aunque la denominación de Credit Default Swap es la única que se utiliza en la práctica financiera, en español podríamos traducirlo como «permuta de incumplimiento crediticio».
El CDS o Credit Default Swap es un contrato entre dos partes: un inversor o comprador de protección y un vendedor de dicha protección. Y es que, en esencia, su funcionamiento es similar al de una póliza de seguro, aunque con algunas diferencias sustanciales.
Básicamente, este sería el esquema de funcionamiento de los Credit Default Swaps:
De este modo, en el caso de que se produzca el evento en cuestión, el vendedor tendrá que pagar la cantidad acordada al comprador.
Aunque los primeros Credit Default Swaps surgieron a inicios de la década de 1990, su configuración actual se debe a la economista Blythe Masters y a J.P. Morgan, que los introdujeron en el año 1994.
A finales de esa década, los CDS ya estaban extendidos a nivel global y eran de uso generalizado.
Entre 2000 y 2007, estos contratos experimentan su mayor auge, hasta llegar a la crisis financiera de 2008. El colapso de Lehman Brothers y la debacle de AIG ponen de manifiesto los enormes riesgos de los CDS, principalmente debido a la escasa regulación y transparencia en su negociación.
De este modo, una vez superada la crisis, se implementaron ciertas regulaciones para tratar de aumentar la transparencia y reducir el riesgo sistémico, incluyendo la compensación centralizada de algunos CDS y la supervisión por parte de organismos como la SEC en Estados Unidos.
Principalmente, los Credit Default Swaps se pueden utilizar para tres finalidades distintas: cobertura, arbitraje e inversión.
Veamos en qué consiste cada uno de estos casos:
En esta primera situación, los Credit Default Swaps servirían para cubrir el riesgo que conlleva una determinada deuda.
Esto podría aplicarse tanto a un crédito bancario como a bonos, por ejemplo.
De este modo, si el deudor no paga o si se produce una quiebra, el acreedor que ha contratado el CDS recibirá el importe acordado (que será pagado por el vendedor del Swap).
En términos generales, el arbitraje es un tipo de estrategia que se basa en invertir en dos productos correlacionados, tratando de aprovechar las discrepancias que puedan darse en sus precios o cotizaciones.
En el caso de los Credit Default Swaps, si la situación de una empresa mejora (y sube su cotización), lo lógico es que la prima de sus CDS disminuya (ya que se entiende que tiene menos riesgo).
De este modo, a veces podrían encontrarse ciertas discrepancias en los precios (originadas por ineficiencias del mercado), de modo que la correlación entre la cotización de las acciones y sus CDS no haya variado en la misma proporción.
Finalmente, se puede invertir en Credit Default Swaps de forma especulativa, igual que lo haríamos con otros derivados como los futuros o las opciones.
En este sentido, se puede especular con futuras variaciones de las primas de los CDS, operando en corto o en largo a través de cualquier bróker que comercialice este tipo de productos.
Evidentemente, se trata de un producto financiero muy arriesgado, solo apto para inversores con los suficientes conocimientos y experiencia.
Como cualquier otro instrumento financiero, los Credit Default Swaps ofrecen varias ventajas, pero también suponen riesgos significativos:
Como aspectos más positivos de los CDS, podemos destacar los siguientes:
Como riesgos principales del uso de Credit Default Swaps, podemos mencionar los siguientes:
En definitiva, los Credit Default Swaps son instrumentos financieros complejos que ofrecen protección contra el riesgo de impago, pero que también conllevan riesgos sustanciales, especialmente si los utilizan inversores poco experimentados y de forma puramente especulativa.
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