Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
14 Ene. 2025
7 min
Curso Finanzas
Finanzas
En este artículo veremos exactamente qué es devengar, en qué ámbitos se aplica este concepto y por qué tiene tanta relevancia en la práctica empresarial, contable, jurídica y tributaria.
Sigue leyendo para conocer todos los detalles.
El diccionario de la RAE nos dice que devengar es «adquirir derecho a alguna percepción o retribución por razón de trabajo, servicio u otro título».
En términos más generales, puede referirse tanto al derecho a recibir un beneficio económico como a la obligación de realizar un pago, que surge como consecuencia de un hecho económico o jurídico.
De este modo, el devengo se produce cuando ocurre el hecho que lo origina, independientemente de que el dinero se reciba o se pague en ese instante o en un momento distinto.
Veámoslo con un ejemplo sencillo:
Imagina que pones en alquiler un inmueble de tu propiedad, a cambio de recibir una renta definida en el contrato.
Pues bien, la práctica habitual es que cada mes se devengue el ingreso por alquiler, incluso si el inquilino se retrasase en el pago o dejase de pagar de forma indefinida.
Es decir, cada mes surge tu derecho a percibir el importe de la renta, al mismo tiempo que para el inquilino se devenga la obligación de pagar. Todo ello con independencia de cuando se haga efectivo el flujo de dinero.
El término «devengar» es ampliamente utilizado en contabilidad, ya que tiene implicaciones prácticas y legales muy importantes.
Así, en España, esta cuestión se regula en el Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad, siendo este uno de los principios contables más relevantes:
«Los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran, los gastos y los ingresos que afecten al mismo, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro».
De este modo, el principio de devengo contrasta con el criterio de caja, que supondría registrar las operaciones cuando se produzca el movimiento de efectivo.
Así, por ejemplo, si una empresa vende un producto en diciembre, pero recibe el pago en enero, el ingreso se registra contablemente en diciembre, según el principio de devengo, ya que fue en ese momento cuando se realizó la venta.
Lo mismo sucede en el caso de los gastos.
En la práctica, el concepto de «devengar» se aplica en distintas cuestiones relacionadas con los ámbitos financiero, contable y jurídico.
Estos son algunos de los casos más habituales:
Cuando hablamos de inversiones, el concepto de devengo se utiliza para describir el proceso por el cual se generan intereses, dividendos u otros rendimientos.
Así, por ejemplo, en un depósito a plazo fijo, el capital invertido va devengando intereses durante el periodo acordado, aunque el pago de dichos intereses se realice al vencimiento.
En el caso de las acciones que reparten dividendos, tenemos el concepto de «fecha ex-dividendo», que es la fecha a partir de la cual los compradores de la acción ya no tendrían derecho a percibir el dividendo.
Como decíamos, las obligaciones también se devengan en el momento en que se generan, aunque el pago se realice posteriormente.
De este modo, un empleado devenga su salario con periodicidad mensual, incluso aunque la empresa se retrasase en el pago de la nómina o entrase en situación de insolvencia.
Sin duda, aparte del ámbito contable, el otro gran contexto en el que el concepto de devengo es fundamental es el tributario.
Así, en el sistema español, por ejemplo, tenemos que:
En los contratos, el devengo de derechos u obligaciones suele estar ligado a condiciones o eventos especificados expresamente en dicho acuerdo.
Así, por ejemplo, un trabajador puede devengar vacaciones o indemnizaciones según se establezca en las condiciones de su contrato.
Como veíamos, el criterio de devengo prevalece habitualmente sobre el de caja en nuestro sistema contable (Plan General de Contabilidad). Sin embargo, esto no quiere decir que no tenga también ciertas desventajas respecto de este.
Veamos ambas perspectivas:
Frente al criterio de caja, el principio de devengo ofrece las siguientes ventajas:
Como aspectos negativos de utilizar el criterio de devengo, podemos destacar los siguientes:
En definitiva, tener un conocimiento preciso de lo que es devengar y de cómo se aplica el criterio de devengo en la práctica contable e impositiva, es imprescindible para cualquier persona que trabaje en estos sectores.
Además, pese a las desventajas que pueda tener respecto del criterio de caja, sigue siendo la mejor forma de reflejar la imagen fiel de la operativa económica de una empresa.
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