Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
30 Ene. 2024
7 min
Economía
La inversión en oro como valor refugio tiene una larga tradición a lo largo de la historia, con un protagonismo que no hace sino reforzarse en épocas de crisis económica o de inestabilidad política.
En este artículo veremos en qué consiste este tipo de inversión, cuáles son sus ventajas e inconvenientes y cómo puedes implementarla en la práctica.
Efectivamente, invertir en oro como valor refugio es una constante a lo largo de los siglos.
Así, en épocas de incertidumbre política, social o económica, donde la mayoría de activos de inversión se desploman o presentan una gran volatilidad, el oro logra mantener (o incrementar) su valor.
Observa, por ejemplo, la fuerte subida que experimentó su cotización durante la crisis financiera global del año 2008:
Por este motivo, muchos inversores traspasan parte de su cartera a activos relacionados con el oro cuando anticipan tiempos convulsos en los mercados.
Las claves por las que el oro actúa como valor refugio son, principalmente, las dos siguientes:
En cualquier caso, el oro es un buen complemento para cualquier cartera bien diversificada. Por tanto, siempre es interesante contar con un pequeño porcentaje de nuestros activos en este metal precioso.
Sin embargo, no todas las formas de invertir en oro son igualmente válidas, como luego explicaremos.
Veamos cuáles son las principales ventajas e inconvenientes de la inversión en oro como valor refugio:
Como aspectos positivos, podemos destacar los siguientes:
Como puedes ver, las ventajas son muy significativas, pero no podemos ignorar los aspectos menos positivos.
Las principales desventajas de invertir en oro como valor refugio son las siguientes:
En cualquier caso, lo más previsible es que el oro siga siendo un activo de referencia para quienes quieran preservar su capital en tiempos difíciles.
A la hora de plantearnos una inversión en oro como valor refugio, hay distintas formas de llevarla a la práctica. Veamos las más interesantes:
Sin duda, esta es la forma más «pura» de invertir en oro como valor refugio, ya que es la única que te garantiza el control total sobre el activo en su formato físico, sin depender de intermediarios.
Básicamente, se trata de comprar lingotes o monedas de oro y almacenarlos en algún lugar adecuado.
Actualmente, el precio de un lingote de oro de 1 kg ronda los 60.000 €, aunque también existen lingotes de 100, 250 o 500 gramos, entre otros.
Las monedas de oro de una onza se mueven en torno a los 2.000 €, en función del tipo, origen y calidad de la moneda en cuestión.
Existen muchas plataformas donde adquirir este tipo de productos. Si te decides por esta opción, trata de elegir un intermediario fiable y comprueba cuál es la pureza del metal en cada caso.
Si optas por almacenar el oro en casa, adopta las medidas de seguridad necesarias para protegerlo. Como decíamos, también puedes contratar los servicios de una entidad bancaria, con el coste adicional que esto supone.
Otra opción, mucho más práctica, para invertir en oro físico como valor refugio, es acudir a plataformas especializadas que te permiten comprar, vender y almacenar oro de inversión, sin preocuparte por custodiarlo personalmente.
Una de las más conocidas es BullionVault, aunque existen muchas otras.
Obviamente, es una opción menos directa para invertir en oro y supone depender de la fiabilidad y solvencia de un intermediario (además de pagar las comisiones y gastos que ello implique).
No obstante, es una forma más sencilla y cómoda para la mayoría de inversores particulares.
Si bien adquirir fondos de inversión o ETF que invierten en oro es una buena opción para diversificar tu cartera, en sentido estricto, no puede considerarse como inversión en oro como valor refugio.
Al fin y al cabo, no estás comprando oro físico, ni directa ni indirectamente.
En estos casos, adquieres participaciones en vehículos de inversión colectiva que están respaldados por oro físico como subyacente. Uno de los ejemplos más conocidos es el SPDR Gold Shares.
Finalmente, otra forma de participar en este sector (aunque tampoco sea directamente como valor refugio) son las empresas que forman parte de la industria del oro, principalmente las compañías mineras.
Así, empresas como Newmont, Barrick Gold, AngloGold Ashanti o Franco-Nevada Corporation, entre otras, pueden ser interesantes para un inversor que quiera participar en los beneficios del sector sin acudir a la compra de oro físico.
En definitiva, todo parece indicar que la inversión en oro como valor refugio seguirá vigente durante muchos años más.
Si ya tienes una cartera de inversión en bolsa y otros activos, quizás sea el momento de plantearte la incorporación del oro para aumentar tu diversificación y descorrelacionar parcialmente tu patrimonio de la evolución de las bolsas mundiales.
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