Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
Carlos Santiso Pombo
Redactado por
Rubén Vizcaíno Pena
23 Ene. 2024
7 min
Mercado
Las inversiones en valores a largo plazo son una de las mejores opciones para rentabilizar tus ahorros, si no los vas a necesitar en un futuro inmediato.
En este artículo veremos cuáles son las más interesantes en cada categoría y cómo construir una cartera correctamente diversificada.
En función de su plazo, las inversiones en valores suelen clasificarse en tres grandes categorías:
No obstante, hay quienes no utilizan la categoría de «medio plazo», considerando como inversiones en valores a largo plazo todas aquellas que excedan de un año.
No se trata de un criterio rígido, universalmente aceptado.
Los motivos más importantes para realizar inversiones en valores a largo plazo son las siguientes:
Como puedes ver, las ventajas de invertir en valores a largo plazo son muchas y muy variadas, sin embargo, antes de que te decidas a realizar una inversión de este tipo es importante que dispongas de los conocimientos necesarios. Pero, ¿en qué podemos invertir?
Te lo explicamos a continuación.
Los principales tipos de inversiones en valores a largo plazo son los siguientes:
Comprar directamente en bolsa acciones de empresas individuales es una magnífica opción para inversores con una cierta experiencia en el mercado, aunque no sea adecuada para principiantes, ya que:
En cuanto a la estrategia de inversión, puede adoptarse un enfoque value, una filosofía growth o priorizar la inversión en empresas que repartan dividendos.
Por supuesto, también es posible combinar varias estrategias o trabajar con carteras separadas, aunque esto implique una mayor complejidad.
Aunque la renta variable es una de las opciones más interesantes para invertir en valores a largo plazo, también la renta fija puede tener cabida en una cartera bien diversificada.
Aquí puedes optar por valores de renta fija pública (como los Bonos del Estado) o privada de alta calidad crediticia.
Además de invertir de forma directa, es posible hacerlo mediante fondos de inversión especializados.
Tanto la rentabilidad como el riesgo de la renta fija suelen ser inferiores a los de la renta variable, aunque no podemos generalizar.
Los fondos de inversión y los fondos cotizados (ETF) son una magnífica opción para invertir en una cesta diversificada de valores, sin necesidad de disponer de un gran capital ni grandes conocimientos.
En este sentido, una buena opción son los fondos indexados, que te permiten invertir en todos y cada uno de los valores que componen un determinado índice (como el S&P 500), con solo unos centenares de euros o dólares.
No obstante, también existen fondos que siguen una estrategia value, fondos de crecimiento, fondos especializados en dividendos, fondos sectoriales o por regiones geográficas, de materias primas, etc.
En general, las comisiones son bastante asequibles, sobre todo en los fondos indexados y en los ETF. Por tanto, la operativa es mucho más económica que con acciones individuales.
Además, son ideales para realizar aportaciones periódicas y hacer crecer la cartera de forma sencilla y consistente.
Si se dispone de un capital considerable, la inversión inmobiliaria también puede ser una buena opción para invertir a largo plazo.
De todos modos, lo ideal es combinar este tipo de activos con otros de renta variable y renta fija.
Así, ten en cuenta que invertir en inmuebles supone inmovilizar un elevado capital durante un período más o menos largo de tiempo. Además, no es una inversión muy líquida, ya que puede llegar a ser difícil de vender en las condiciones deseadas.
No obstante, si quieres incorporar este tipo de activos a tu cartera, cuentas con opciones más asequibles que la compra de pisos, como por ejemplo:
Estas opciones te facilitan la diversificación de tu inversión inmobiliaria en diferentes proyectos y áreas geográficas, a diferencia de lo que sucedería con la inversión directa en inmuebles.
Además, son activos mucho más líquidos que los inmuebles.
Aunque, a veces, también los activos inmobiliarios se incluyen dentro de las inversiones alternativas, estas suelen abarcar, principalmente, activos como los siguientes:
Por regla general, las inversiones alternativas deberían representar un porcentaje minoritario de tu cartera. Además, no son adecuadas para todos los perfiles de inversores y suelen tener una menor liquidez que otros tipos de activos.
En definitiva, las inversiones en valores a largo plazo son una de las mejores formas de rentabilizar tus ahorros si no vas a necesitarlos en los próximos meses o años.
De todos modos, son perfectamente compatibles con otras inversiones enfocadas en el corto o medio plazo. Antes de decidirte a realizar una inversión es recomendable que te formes al respecto.
¿Te animas?
Rellena el formulario y nuestros asesores académicos se pondrán en contacto contigo.
Comprobamos el contenido y la veracidad del conocimiento presentado en este artículo a través de nuestro proceso editorial y de verificación de la información para asegurarnos de que sea preciso y confiable.
Copyright All Rights Reserved 2024