Sin duda, la inversión en bolsa de valores tiene ventajas y desventajas, como sucede con cualquier otra forma de invertir.
En este artículo analizamos ambas perspectivas, ofreciéndote además algunos consejos clave para aprovechar los aspectos positivos y reducir la incidencia de los negativos.
¿Qué es la inversión en bolsa de valores?
Como ya sabrás, invertir en bolsa consiste en adquirir activos de renta variable que cotizan en los mercados financieros (fundamentalmente, acciones) y cuyo precio de cotización varía según la oferta y la demanda que exista en cada momento.
Aunque esta definición básica prescinde de bastantes matices y casos particulares, puede servir para un primer acercamiento a este tipo de inversión.
Antiguamente, las operaciones en bolsa se ejecutaban directamente «in situ» o a través del teléfono. Basta recordar las imágenes clásicas del parquet de Wall Street, inmortalizadas por el cine, con todos los brókers gritando órdenes en una especie de caos organizado.
Hoy en día, todas las bolsas están 100% informatizadas y se puede operar de forma muy rápida y sencilla desde casa, ya sea a través del ordenador o con un simple teléfono móvil.
Cómo invertir en bolsa: tipos de activos
La inversión en bolsa de valores suele realizarse a través de un bróker o intermediario (por ejemplo, un banco), en el que se depositan fondos para luego realizar las operaciones de compra y venta que se deseen.
A la hora de invertir en bolsa, pueden adquirirse activos como los siguientes:
- Acciones: son títulos que representan una parte del capital de determinada empresa o compañía. Esta es la forma más directa de invertir en bolsa, aunque no necesariamente la más recomendable para todas las personas.
- Fondos de inversión: son vehículos de inversión colectiva que te permiten participar en una «cesta» o conjunto de acciones, sin adquirirlas directamente. Por tanto, tú compras determinadas participaciones en el fondo, que representan una parte proporcional de todas las inversiones realizadas por dicho fondo. Por ejemplo, si inviertes en un fondo indexado al S&P 500, estarías participando en las 500 empresas que componen ese índice.
- ETF: estos fondos cotizados son similares a los anteriores, pero con la peculiaridad de que cotizan en bolsa y pueden comprarse y venderse de la misma forma que las acciones.
- Productos derivados: se trata de activos que se referencian a otros activos subyacentes. Son productos de alto riesgo, no aptos para principiantes. Los futuros y las opciones son los dos ejemplos más conocidos en esta categoría.
Para un principiante, lo que más suele recomendarse es la inversión a través de fondos o ETF. De este modo, sin necesidad de contar con un gran capital, puede lograrse una cartera bien diversificada, sin necesidad de grandes conocimientos y a un coste (en comisiones y gastos) muy económico.
Ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores
A continuación, examinamos las principales ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores:
Ventajas de invertir en bolsa
Los aspectos más positivos de la inversión en bolsa son los siguientes:
- Rentabilidad: aunque rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la renta variable ha generado rentabilidades muy atractivas a lo largo de muchas décadas. Así, por ejemplo, la rentabilidad media histórica del índice más importante de la bolsa estadounidense (S&P 500) se sitúa en torno al 9,81%.
- Liquidez: la inversión en acciones puede convertirse en liquidez de forma casi inmediata. De este modo, si los mercados están abiertos e introducimos la orden a través de internet, la operación suele ejecutarse en cuestión de segundos. Otra cuestión es si es o no el momento idóneo para vender.
- Accesibilidad: gracias a la proliferación de brókers online, los bajos costes y la mucha información disponible, la inversión en bolsa es bastante sencilla de entender y no requiere grandes sumas de dinero. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la compra de fondos de inversión o ETF, como decíamos.
- Diversificación: si ya inviertes en otro tipo de productos (como depósitos, activos de renta fija, inmuebles, etc.), la inversión en bolsa te permite introducir una mayor diversificación en tu cartera.
Las ventajas de invertir en bolsa de valores son muchas y muy importantes, pero eso no puede hacernos olvidar los aspectos más negativos.
Desventajas de la inversión en bolsa
Efectivamente, invertir en bolsa también tiene desventajas. Veamos algunas de las más destacadas:
- Posibilidad de pérdidas: si la cotización de tus acciones o fondos baja, puedes perder gran parte del dinero que hayas invertido. No obstante, esa pérdida solo se materializa si vendes tus activos.
- Gastos y comisiones: la compra directa de acciones implica pagar comisiones de bróker, así como determinados cánones de bolsa. Los fondos de inversión también suelen aparejar determinados gastos de gestión, más o menos elevados según el tipo de fondo. En este sentido, los productos más económicos suelen ser los fondos y ETF indexados.
- Volatilidad: los mercados bursátiles pueden experimentar subidas y bajadas relativamente bruscas y repentinas, especialmente en determinados valores. Para muchas personas, esto puede suponer un estrés excesivo, al ver oscilar el valor de su cartera de forma continua.
- Conocimientos y dedicación: aunque, como decíamos, la inversión en bolsa es hoy más sencilla que nunca, aun así requiere algunos conocimientos y cierta dedicación (sobre todo si se invierte directamente en acciones).
De todos modos, estas desventajas pueden, en mayor o menor medida, paliarse con los conocimientos y actitud adecuados.
Cómo evitar errores al invertir en bolsa de valores
Si quieres disfrutar de las ventajas y mantener bajo control las desventajas de la inversión en bolsa de valores, ten en cuenta estos consejos:
- Fórmate: conocer los aspectos básicos de la inversión en bolsa, sus riesgos asociados y los distintos productos y estrategias, es vital para evitar errores al invertir. Un curso de finanzas para no financieros puede ser un buen punto de partida.
- Conoce tu perfil de riesgo: en función de tu edad, situación económica y familiar y preferencias personales, tendrás un perfil de riesgo determinado, que debería condicionar la estructura de tu cartera.
- Invierte lo que no vayas a necesitar a corto o medio plazo: de lo contrario, podrías verte obligado a vender tus activos en un momento inoportuno, asumiendo pérdidas innecesarias. Entre otros consejos, suele mencionarse la necesidad de contar con un fondo de seguridad en efectivo o «colchón» para emergencias que cubra entre 6 y 12 meses de tus gastos normales.
- Invierte en lo que conozcas: si no comprendes el funcionamiento del activo o producto financiero en el que inviertes, difícilmente podrás estar tranquilo con tu inversión o conseguir buenos resultados.
- Diversifica: la diversificación es el pilar principal de cualquier cartera equilibrada. De este modo, deberías diversificar entre renta fija y renta variable y, además, en distintos:
- Activos concretos.
- Sectores.
- Países o áreas geográficas.
- Monedas
- Domina el factor psicológico: sobre todo entre los principiantes, es bastante habitual deshacer la inversión en el peor momento, dejándose arrastrar por el pánico ante las bajadas de cotización. También pueden entrar en el mercado en las peores etapas del ciclo, influidos por el llamado FOMO (fear of missing out o «miedo a perderse algo»). Mantener la calma y ajustarse al plan es el mejor antídoto para alejarse del ruido de la bolsa.
Ahora que ya conoces más a fondo las ventajas y desventajas de la inversión en bolsa de valores, seguro que podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir.
Sin duda, es un tipo de inversión que merece la pena conocer y utilizar.